El presidente de la República, Rafael Correa, anunció nuevas investigaciones para determinar los responsables de una supuesta desinformación acerca de la Ley de Servicio Público que, desde su punto de vista, provocó la insurrección policial del 30 de Septiembre del 2010. Esta declaración la hizo durante la conmemoración de los 20 años de la guerra del Alto Cenepa.
A criterio del mandatario, «la prensa sabe que sus micrófonos y tinteros hicieron correr sangre de gente inocente. Vamos a realizar las respectivas investigaciones para establecer responsabilidades de aquello que tuvo consecuencias graves y que no pueden quedar en la impunidad».
Además, en la Escuela Militar Eloy Alfaro, el presidente Correa declaró que el general Ernesto González, el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, en su libro ‘Testimonio de un comandante’ habría confirmado que los servicios de inteligencia militar del Ecuador servían a los Estados Unidos, la época que ocurrió el bombardeo de Angostura y la tensión con el gobierno colombiano. Al respecto dijo: «Ojalá todos entendamos lo grave de esta confirmación… Se investigarán los supuestos convenios con el grupo militar de ese país extranjero».
De acuerdo al libro de González, la infiltración no habría sido directa, sino retribución al «apoyo entregado desde el año 2001 al 2008 en infraestructura, capacitación, equipo logístico y apoyo económico por parte del Grupo Militar de los Estados Unidos». El Ecuador, a cambio de esa cooperación, habría intercambiando información, con el grupo militar de la Embajada de los Estados Unidos.