Hallan restos en Madrid que pueden ser de Miguel de Cervantes

Escritor Miguel de Cervantes, autor de 'El Quijote', la obra literaria fundacional de la novela moderna y la más relevante de la lengua castellana.

Madrid, 26 ene (EFE).- El que podría ser uno de los hallazgos más importantes de España, los restos de Cervantes, no ha sacado de su rutina a las monjas del madrileño convento de las Trinitarias, que no tendrían inconveniente en que los turistas visitaran el lugar donde descansó 400 años el escritor.

«Con mucha tranquilidad» es como estas monjas están viviendo todo el proceso de búsqueda de los restos de Miguel de Cervantes, según declara a Efe Sor Amada de Jesús, la madre superiora del convento trinitario donde se da por hecho que reposa el escritor desde su muerte en 1616.

Ni los trabajos realizados durante meses por el equipo de forenses y arqueólogos ni la expectación mediática han alterado un ápice la vida de las religiosas, que están «al margen» de la operación con la que se espera encontrar al autor de El Quijote.

De hecho, Sor Amada de Jesús asegura que han vivido con total normalidad y tranquilidad las últimas horas -anoche se supo que ha aparecido un ataúd con las iniciales M C con múltiples restos óseos en su interior-, ya que no han recibido ninguna información de los trabajos.

Y aunque se confirmara que los restos encontrados son de Cervantes, no tendrían inconveniente en que el templo se convirtiera en un lugar de peregrinación de curiosos, turistas y admiradores del escritor. «Ya estamos en las guías turísticas», afirma.

«A la iglesia vienen ya muchos grupos», explica la madre superiora, que recuerda que también se puede visitar el templo todos los días de la semana durante los horarios de culto.

Si se confirmara la identidad de los restos de Cervantes, si se decidiera que permanecieran en la iglesia, y si se permitiera entrar a verlos, las monjas no serían las encargadas de gestionar las visitas, por lo que, a priori, no pondrían trabas.

Como tampoco se opondrían al hecho de que se instalara en el templo alguna urna, arca o receptáculo que contuviera los restos para que fueran visitados.

Muchos condicionales, con todo, que dependen del primero: que se confirme el hallazgo, paso previo para poner en marcha todo lo demás, como recuerda a Efe el Arzobispado de Madrid.

Fuentes del Arzobispado aseguran que son las monjas quienes tienen que tomar la decisión sobre lo que se haga en el templo -siempre hablándolo con la Iglesia, con la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento-, y que caben todas las posibilidades: desde que no se permita entrar a ver los restos hasta que éstos sean extraídos del lugar y depositados en un museo, pasando por su exhibición en la propia iglesia.

Una decisión que no se empezará a estudiar en ningún caso hasta que se confirme oficialmente el hallazgo, si alguna vez llega a producirse, agregan desde el Arzobispado.

Otro factor a tener en cuenta es el hecho de que la Iglesia de las Trinitarias es un edificio protegido como bien de interés cultural por parte de la Comunidad de Madrid, lo que exige un grado de protección muy alta por el valor del convento en sí mismo, y ello podría conllevar condiciones a la entrada masiva de personas en el templo.

Mientras todo esto sucede a su alrededor, las monjas viven este lunes sin alteraciones y, como reconoce Sor Amada de Jesús, sin demasiada expectación por que se encuentre al padre de El Quijote. «Creo que tienen más ilusión los de fuera«, admite. EFE

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