«Jupiter Ascending», apabullantes efectos para una historia absurda

Channing Tatum

Redacción internacional, 5 feb (EFE).- Apabullantes efectos especiales y espectaculares escenas de acción es lo que ofrece «Jupiter Ascending», la nueva incursión de los hermanos Wachowski en la ciencia ficción, pero si se busca una historia con lógica y algún sentido, este no es el mejor ejemplo.

Los Wachowski, responsables de la saga «Matrix», que en su momento fue muy novedosa en la ciencia ficción, recrean en esta ocasión un universo de planetas que parece el de «Strat Wars» pero modernizado.

Nada nuevo en la estética ni en las naves, pero los efectos especiales -mejorados y más caros que en la versión original que debía haberse estrenado el pasado julio- son lo suficientemente espectaculares para atraer la atención de los espectadores que no busquen nada más.

Se nota que gran parte de los 175 millones de dólares que ha costado la producción se han gastado en la estética.

Pero poca importancia se ha dado a una historia que no tiene ni pies ni cabeza.

Jupiter Jones (Mila Kunis) es una joven de origen ruso que se dedica a limpiar casas con su madre y su tía y que vive con primos, tíos y abuelos.

Su primo le convence para donar sus óvulos y con el dinero comprarse él una tele gigante y ella un telescopio. Pero unos extraterrestres enviados por los Abrasax pretenden matar a la joven por ser la reencarnación de una reina.

Y ahí aparece Caine Wise, un «licánido» (mezcla de hombre y lobo), el héroe de una película que viaja de la Tierra a planetas lejanos con la misma facilidad con la que se toma el metro. Y en la que conseguir más tiempo de vida es el objetivo de los malvados extraterrestres.

Un argumento en el que no hay ningún tipo de explicación científica y que sirve de excusa a los Wachowski para crearse un mundo de ciencia ficción muy barroco y poner en pie algunas notables escenas de acción.

Como la primera, que tiene como escenario la cinematográfica Chicago y los numerosos puentes que atraviesan el río del mismo nombre por el centro de la ciudad.

Esas escenas y los diversos personajes que aparecen por la historia -orejas puntiagudas, alas biónicas, cabezas metálicas o esbirros a medio camino entre lagartos y rinocerontes- ofrecen un espectáculo de lo más variado.

También destaca la interpretación de Eddie Redmayne, el actor de moda por su papel de Stephen Hawking en «The theory of everything» y que aquí hace de Balem Abrasax, el más malo de la historia y que protagoniza una lucha con Jupiter al estilo de Darth Vader y Luke Skywalker.

Redmayne está por encima de la pareja protagonista, una Mila Kunis que intenta introducir con poco éxito algo de humor a la película, y un Channing Tatum que se pasa media película sin camiseta mostrando el resultado de sus horas en el gimnasio.

Una película que llega mañana a las salas de todo el mundo rodeada de una gran expectación tras el fracaso del trabajo anterior de los Wachowski, «Cloud atlas». EFE

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