MONTEVIDEO, Uruguay (AP) — Con una rutilante remontada en el clásico del Río de la Plata, Argentina se consagró por quinta vez campeón del Sudamericano Sub20 el sábado, al vencer en su último partido 2-1 a Uruguay.
«Lo que me gusta es la actitud que tuvimos hoy y en otros partidos que estuvimos en desventaja, el carácter», dijo tras el triunfo el director técnico de la selección argentina, Humberto Grondona.
Los goles de Argentina fueron anotados por Sebastián Driussi y Ángel Correa. Para Uruguay marcó Gastón Pereiro.
Con este resultado Argentina terminó en el primer puesto del hexagonal final del torneo, con 13 puntos, seguida de Colombia (9), Uruguay (8), Brasil (7), Perú (3) y Paraguay (1).
Gracias al título, Argentina logró también la clasificación a los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016 y Colombia, con su segundo puesto, accedió a un repechaje con un representante de CONCACAF para clasificar a esa competencia.
«Somos la selección más grande del mundo, y este equipo tiene mucha personalidad», dijo a The Associated Press el atacante argentino Cristian Espinoza, rodeado de fanáticos. «Hoy arrancamos perdiendo, pero nunca bajamos los brazos. Este equipo siempre va al frente».
«Este no es un torneo fácil. Sabemos que como somos Argentina todos los países nos quieren ganar. Y por eso teníamos que mantener siempre la máxima concentración posible, porque todos los partidos nos iban a costar. Somos justos campeones», agregó.
Por ocupar los cuatro primeros puestos, Argentina, Uruguay, Brasil y Colombia se aseguraron los cupos que estaban en disputa para llegar al Mundial de la categoría, que se disputará en Nueva Zelanda entre el 30 de mayo y el 20 de junio.
Mientras tanto Uruguay, Brasil, Paraguay y Perú, por ocupar del tercer al sexto puesto, clasificaron a los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.
Uruguay comenzó ganando, un resultado que necesitaba para ser campeón. La apertura del tanteador se produjo cuando solo se habían jugado 7 minutos. Rodrigo Amaral, una de las revelaciones de Uruguay con tan solo 17 años, eludió a un defensa argentino y envió un centro rastrero que el portero Angel Batalla no logró despejar. Pereiro anotó con un tiro corto, casi sobre la línea del gol.
Argentina empató cuando corrían 35 minutos. Correa, jugador de Atlético de Madrid y uno de los mejores valores de la Albiceleste en el torneo, desbordó y envió un centro que Tiago Casasola, del Fulham inglés, bajó de cabeza. El zaguero uruguayo Agustín Ale quiso despejar pero no hizo otra cosa que dejar la pelota al borde del área y a merced de Driussi, que batió la valla local.
Uruguay se lanzó en busca de la victoria con más fuerza y tesón que buen juego, pero el portero Batalla respondió bien ante los múltiples centros que cayeron sobre el área argentina.
Cuando corrían 81 minutos, Correa anotó uno de los mejores goles del torneo, caracoleando con la pelota en el área para sacarse a los defensas de encima, y luego dejando sin asunto al portero uruguayo Gastón Guruceaga.
Grondona se presentó en la conferencia de prensa con la medalla de oro colgada en su pecho.
«Estoy contento porque creo en los trabajos a largo plazo. Desde 2011 estoy con estos muchachos y siempre estamos en el podio», resaltó.
Por su parte el entrenador uruguayo Fabián Coito felicitó al campeón.
«Sabíamos que iba a ser muy parejo y que el equipo argentino tiene grandes delanteros, muy buenos jugadores, realmente desequilibrantes», dijo.
Relató que en el vestuario uruguayo se vivía un clima de desazón por el «golpe duro» que significó no alcanzar el título y la clasificación a los Juegos Olímpicos. «Teníamos mucha ilusión. De todos modos, logramos uno de nuestros principales objetivos que era clasificar al Mundial. No tengo nada que reprocharle a los jugadores».
«Ellos aprovecharon las oportunidades que tuvieron, que no fueron muchas, y se llevaron el partido», dijo a la AP por su parte el delantero Jaime Báez. «Tenemos un poco de tristeza por lo que se pudo haber logrado, pero estamos conformes por todo lo que se dejó en la cancha».
El partido se disputó ante unos 55.000 espectadores en el estadio Centenario, donde en 1930 Uruguay venció a Argentina en la final del primer Mundial.
Los jugadores de Argentina festejaron largamente el triunfo y dieron la tradicional vuelta olímpica, vitoreados por la parcialidad que cruzó el Río de la Plata para acompañarlos.
En la misma jornada Perú derrotó 3-1 a Paraguay y Colombia 3-0 a Brasil.
El argentino Diego Simeone se consagró goleador del torneo con nueve conquistas, seguido del uruguayo Pereiro con cinco.