Prorrusos dicen que retiran armamento pesado, mientras Kiev denuncia ataques

Militares de Ucrania en el puesto de control cerca de la aldea Roty. Foto: EFE

Kiev, 28 feb (EFE).- Las milicias prorrusas aseguraron hoy que han replegado casi la totalidad de su armamento pesado de la línea de separación de fuerzas, mientras que el mando militar de Kiev denunció nuevas violaciones por los separatistas al régimen de alto el fuego en el este de Ucrania.

«En total, ya hemos retirado cerca del 95 por ciento del armamento pesado», declaró el subjefe de las milicias de la autoproclamada república popular de Donetsk, Eduard Basurin.

Anunció que hoy comenzó el repliegue de sistemas de artillería autopropulsada de las zonas de las ciudades de Donetsk, Novoazovsk y otras localidades.

Según los separatistas, los observadores de la Organización para Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) supervisan los desplazamientos del armamento pesado de las milicias.

Pero para el mando militar ucraniano lo que realmente están haciendo los separatistas es acumular efectivos y armamento.

«El enemigo está restableciendo su capacidad de combate, continúa concentrando efectivos y pertrechos», afirmó en rueda de prensa el coronel Andréi Lisenko, portavoz de las fuerzas ucranianas desplegadas en la zona del conflicto.

Según el militar, en las últimas veinticuatro horas las milicias separatistas atacaron en numerosas ocasiones, con fuego de armas ligeras y artillería, las posiciones de las tropas gubernamentales en zonas próximas a la ciudad de Donetsk, la principal plaza fuerte de los prorrusos.

«El fuego enemigo castigó las localidades de Tónenkoye, Kámenka y Avdéyevka», dijo Lisenko, quien añadió que junto a la aldea de Ópytnoye se produjo un «combate franco con las fuerzas enemigas, que fueron repelidas por los militares ucranianos».

El portavoz castrense recalcó que las fuerzas gubernamentales no sufrieron bajas mortales durante la pasada jornada, en la que sí resultaron heridos tres soldados.

Agregó que en otros sectores del frente, junto a las ciudades de Lugansk -controlada por los separatistas- y Mariúpol, leal a Kiev, no se produjeron violaciones al régimen de alto el fuego.

La misión especial de la OSCE en Ucrania constató ayer el comienzo de la retirada del armamento pesado de la línea que separa las posiciones de las tropas de Kiev y las milicias prorrusas en la zona del conflicto.

Sin embargo, el jefe de la misión OSCE, el turco Ertogrül Apakan, admitió que los observadores no pudieron «determinar la procedencia ni el emplazamiento final de ese armamento».

El repliegue del armamento pesado de la línea del frente es el segundo de los trece puntos del plan de arreglo firmado en Minsk el pasado 12 de febrero y aprobado por Ucrania, Rusia, Francia y Alemania.

La medida tiene como objetivo crear a lo largo de toda la línea de separación de fuerzas una franja de al menos 50 kilómetros libre de armamento pesado.

El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, anunció hoy, durante una visita a la ciudad de Vínnitsa, en el oeste del país, que el próximo martes enviará al Parlamento un proyecto de ley para solicitar al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el envío de cascos azules a la zona del conflicto.

Según la oficina de prensa del jefe del Estado, este viernes Poroshenko le expresó a la canciller alemana, Angela Merkel, la importancia de coordinarse para emplazar un contingente de paz en las regiones orientales de Ucrania y el interés de Kiev de que dicha misión se lleve a cabo bajo la égida de la Unión Europea.

Para el presidente ucraniano, la ampliación de la misión de la OSCE de 350 a 500 miembros es «claramente insuficiente». EFE

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