Maastricht (Holanda), 13 mar (EFE).- La Feria de Arte de Maastricht (TEFAF) se abrió hoy al público con un homenaje a Vincent Van Gogh, en el año en que se conmemora el 125 aniversario de la muerte del pintor holandés, y de quien uno de sus lienzos es una de las principales atracciones para los coleccionistas.
En su edición de 2015, esta feria que es referente a nivel mundial reúne 275 galerías de veinte países que exhiben un importante muestrario con más de 30.000 obras de todas las épocas, entre las que se incluyen desde piezas arqueológicas al arte más contemporáneo.
Una de las pinturas estrella de esta edición es la acuarela de Van Gogh titulada «Le Moulin d’Alphonse Daudet à Fontvieille» fechada en junio de 1888, que se encuentra en perfectas condiciones y que durante décadas no ha sido mostrada al público.
La obra pertenece a la Galería Dickinson que la ha puesto en venta por 10 millones de euros (10,5 millones de dólares), al igual que ha hecho con «Le Gout de l’invisible», del pintor surrealista belga René Magritte (1898-1967) y que se puede adquirir en torno a 3,5 millones (3,7 millones de dólares).
También destacan «Los durmientes» de Pablo Picasso, de la Galería Landau de Canadá, que podría alcanzar hasta 25 millones de euros (26,4 millones de dólares), o un autorretrato de Andy Warhol de 1986, en el catálogo la Galería Van de Weghe de Nueva York, que asciende a 10,5 millones de euros (11,1 millones de dólares).
Desde hoy y hasta el 22 de marzo Maastricht se convierte en escenario de importantes transacciones entre galeristas y coleccionistas, en un momento en que el mercado global del arte aparece revitalizado y en pleno auge.
Tras varios años de estancamiento por el impacto de la crisis económica, en 2014 el mercado internacional del arte y las antigüedades registró un récord de ventas de 51.000 millones de euros (54.946 millones de dólares), según el informe «El Mercado del Arte 2015″ publicado esta misma semana por la TEFAF.
Para su autora, la economista cultural Clare McAndrew, se detecta un «vigor continuo» del arte moderno, así como el de posguerra y contemporáneo.
Algunos de los galeristas en esta cita mundial de arte y antigüedades se perciben ya las esperadas señales de la recuperación del mercado.
«Se nota que hay una recuperación económica. Ya lo venimos notando desde el inicio de año en nuestra galería en Barcelona. Y aquí acabamos de notarlo y, por lo que hemos hablado con colegas, parece ser general» explicó hoy a Efe Artur Ramon, de la galería que lleva su nombre.
Apenas inaugurada la feria, esta galería ya ha vendido seis obras, entre las que figura unas de sus pieza más importantes, un óleo de Sean Scully.
Ese optimismo lo comparten también el resto de los galeristas españoles que asisten a la cita, como Jorge Coll, de Coll & Cortés, que calificó de «buena» la primera jornada, en la que lograron reservar tres de las piezas traídas a la feria.
«En los cuatro años que llevamos en Tefaf, pienso que ésta ha sido la edición en la que he visto más voluntad de compra y reservas», añadió Coll, quien matizó que en esta feria «siempre pasan cosas, hay mucha actividad y ocurren numerosas transacciones».
Para Diego López de Aragón, propietario de la galería que lleva su nombre, «se trata de evento mundial y gracias a esto, puede estar yendo mal en el sur de Europa por ejemplo, pero siempre visitan la feria coleccionistas de otras zonas con situaciones y coyunturas más optimistas».
La representación latinoamericana en esta edición la forman la galería Jaime Eguiguren de Buenos Aires y la galería Sur de Uruguay.
En esta edición se puede contemplar la exposición «El legado de Teyler», del mecenas Pieter Teyler, compuesta por 28 dibujos que abarcan desde el Renacimiento hasta el siglo XXI, pertenecientes al Museo de Teyler de Haarlem (Holanda) y que cuenta con trabajos de artistas tan dispares como Miguel Ángel, Rafael, Marlene Dumas o Pavel Pepperstein.
Otra de las novedades este año es el nuevo vestíbulo del edificio que acoge el evento, obra del estudio TPD, una instalación de materiales traslúcidos de diferentes texturas que buscan sorprender al visitante y adentrarle en «la magia y el misterio del arte«, explicó Tom Postma, del citado estudio.
Bajo el título «Lo privado se hace público» se exploran las relaciones entre las colecciones privadas y su exhibición pública, así como las motivaciones que mueven a particulares e instituciones a empezar a coleccionar.
Para este año, los organizadores de Tefaf esperan recibir a unos 34.000 coleccionistas de todo el mundo y unos 74.000 visitantes. EFE