Seúl retoma la «guerra psicológica» tras presunto ataque norcoreano con minas

Corea del Sur reanudó hoy su «guerra psicológica» contra el Norte al reactivar los altavoces en la frontera que envían mensajes contra el régimen de los Kim, en represalia por las minas que mutilaron a dos soldados surcoreanos presuntamente colocadas por Pyongyang.

Se trata de la primera vez en 11 años que Seúl lleva a cabo este tipo de «guerra psicológica», ya que los altavoces se desmantelaron en 2004 para mejorar las relaciones y se instalaron de nuevo en 2010, aunque hasta ahora no se habían vuelto a utilizar.

Los potentes altavoces instalados junto a la línea fronteriza comenzaron a enviar hacia el Norte mensajes diversos, desde propaganda a favor de la democracia hasta noticias internacionales o denuncias de las violaciones de derechos humanos de Pyongyang, confirmó a Efe un portavoz del Ministerio de Defensa.

Se teme que crezca aún más la tensión con Corea del Norte, un país que suele reaccionar con duras amenazas a este tipo de acciones.

La reanudación de la guerra psicológica es una medida de represalia después de que dos soldados surcoreanos perdieran sus extremidades inferiores por la explosión de minas antipersona mientras patrullaban el día 4 por el lado sur de la fronteriza Zona Desmilitarizada (DMZ).

Tras una investigación, Seúl concluyó el lunes que las minas fueron colocadas por efectivos militares de Corea del Norte que, sin ser vistos, se habrían internado unos 440 metros en territorio surcoreano entre el 26 de julio y el 1 de agosto.

El portavoz de la Casa Azul de la Presidencia surcoreana, Min Kyung-wook, instó hoy a Corea del Norte a reconocer su implicación en los hechos y a pedir disculpas por los daños causados, tras calificar el suceso como una provocación y una violación del pacto de no agresión entre las dos Coreas.

Ambos países firmaron en 1991 el citado pacto, aunque desde entonces han tenido lugar ataques norcoreanos al Sur, siendo el más violento el bombardeo a la isla de Yeonpyeong en el Mar Amarillo en 2010 que acabó con la vida de dos civiles y dos militares.

Seúl también acusa a Pyongyang de hundir ese mismo año el Buque Cheonan, en un incidente que provocó la muerte de 46 militares surcoreanos, aunque el régimen comunista niega su implicación.

La última vez que una patrulla surcoreana se topó con minas explosivas norcoreanas en la frontera fue a mediados de los sesenta.

Norte y Sur siguen técnicamente enfrentadas desde la Guerra de Corea (1950-1953), que concluyó con un armisticio nunca reemplazado por un tratado de paz. EFE [I]

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