Ecuador refuta críticas y defiende su entrada en el Consejo de DDHH de la ONU

La representante de Ecuador ante la ONU, María Fernanda Espinosa, refutó hoy las críticas de varias ONG a la entrada del país en el Consejo de Derechos Humanos del organismo mundial y defendió su presencia en él como un «reconocimiento» al papel desempeñado por la nación andina en favor de esos derechos.

Es un reconocimiento «al rol internacional del país como gran promotor de un sistema universal, multilateral, objetivo e imparcial», dijo Espinosa en una entrevista con Efe con motivo del acceso de Ecuador al Consejo.

El país, que fue fundador del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en 2006 y miembro del mismo entre 2011 y 2013, según recordó Espinosa, accedió ayer al organismo con 152 votos, pese a las duras críticas por parte de organizaciones no gubernamentales (ONG).

Algunas de ellas aseguran que el presidente, Rafael Correa, ha convertido al país en uno de los «más autoritarios de Latinoamérica» y apuntan a acusaciones de censura, falta de independencia de la Justicia, restricción de libertades o uso excesivo de la fuerza.

Espinosa atribuyó las críticas a una campaña contra el país por parte de ciertas ONG y de «muchos Estados que no se sienten cómodos con países que tienen la frontalidad y la soberanía para operar en estos temas».

«Ha habido efectivamente una gran campaña, pero lo que resulta de todo esto es que son campañas infructuosas», porque Ecuador obtuvo 152 apoyos, «una votación realmente importante», dijo la también excanciller y exministra de Defensa.

Espinosa, en ese sentido, aludió, sin dar detalles, a «movimientos» para promover candidaturas «al último momento», aunque sin los resultados esperados por sus valedores, así como a los «intereses» de «una oposición virulenta acompañada por algunos medios de comunicación privados».

La representante de Ecuador destacó una «desconexión» entre la «voluntad de politizar el tema de los derechos humanos» y el «verdadero récord y el trabajo cotidiano de Ecuador como país» en ese ámbito.

La exministra destacó el impulso dado a la labor de la Comisión de la Verdad que investiga casos de violaciones de derechos humanos cometidas en el país y los avances en la protección de derechos económicos y sociales y de equidad de género, así como la existencia de un Consejo de participación Ciudadana o el actual proceso de diálogo nacional que ha puesto en marcha el Gobierno.

Son elementos que, a su juicio, «dejan sin piso a estas voces» críticas que -agregó- «no tienen mucha consistencia».

La embajadora distinguió el Consejo de Derechos Humanos de la ONU de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), al subrayar que el primero responde al modelo que favorece Ecuador, un sistema universal, imparcial, objetivo y «de responsabilidades comunes en materia de derechos humanos».

Mientras, «en el caso del sistema interamericano, precisamente lo que condena el Ecuador es la politización, es la falta de mandato de esa famosa Comisión Interamericana que esta asentada en un país (EE.UU.) que no ha ratificado los instrumentos interamericanos de derechos humanos», señaló.

Lo que se cuestiona «es precisamente la dedicatoria política de las deliberaciones y de las tomas de posición de la comisión» interamericana, dijo.

Espinosa indicó que durante este nuevo periodo en el Consejo de Derechos Humanos continuarán los trabajos que lidera Ecuador, bajo mandato de la ONU, para la negociación de un tratado internacional que equilibre los derechos y responsabilidades de las compañías trasnacionales.

Se pretende obtener un documento que sea vinculante para todos los Estados y obligue a estas compañías a aplicar procedimientos y normas de respeto a los derechos humanos.

«Ya no podemos hablar de ventajas comparativas que se afinquen en la explotación laboral o en el deterioro ambiental», señaló Espinosa, quien consideró que «la mejor manera de tener reglas claras para todo el mundo es a través de un tratado internacional».

Los representantes ecuatorianos en este consejo impulsarán también temas como el papel de las políticas públicas y la planificación para lograr que los derechos humanos gocen de carácter transversal, así como una iniciativa compartida con países como España y Marruecos para promover esa transversalidad desde los parlamentos.

«Somos un país en kilómetros cuadrados quizá pequeño, pero en los temas de derechos humanos somos un actor deliberante importante en el escenario internacional. Lo vamos a seguir siendo y ahora con más fuerza, como miembros del Consejo», apostilló en referencia al papel que Ecuador desarrollará en el organismo de la ONU. EFE (I)

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