ASUNCION, Paraguay (AP) — Esto parece un velorio, muchachos. Esa fue la frase lanzada por el uruguayo Wilmar Valdez el viernes, al retirarse de la conferencia de prensa en la que anunció que dirigirá la CONMEBOL hasta el 26 de enero, cuando se realice la elección de nuevas autoridades tras la renuncia del presidente Juan Angel Napout.
Valdez, vicepresidente tercero del organismo rector del fútbol en Sudamérica, se presentó en solitario a la reunión con los periodistas.
«Napout envió el jueves su renuncia por correo electrónico, a través de sus abogados en Suiza. El viernes realizamos gestiones para confirmar el correo y en la reunión del comité ejecutivo se aceptó, y estoy yo al frente de la institución», explicó Valdez.
El presidente interino de la CONMEBOL se negó a hablar de los asuntos jurídicos que afectan a otros dirigentes de la organización, quienes enfrentan acusaciones de la fiscalía de Estados Unidos por actos de corrupción.
«Queremos que la CONMEBOL tenga a partir de hoy un antes y un después. Por eso, todo lo que está programado se hará: el 22 próximo un sorteo austero de la Copa Libertadores y el 11 de febrero, el sorteo de la Copa Centenario, en Nueva York», acotó.
Respecto a la situación de la Federación Boliviana cuyo presidente Carlos Chávez se encuentra encarcelado pero sin haber renunciado al cargo, Valdez opinó, «estamos abiertos a buscar soluciones legales para que la Federación Boliviana vuelva a la Conmebol«.
Para las elecciones de febrero en la FIFA, Valdez anticipó que «Sudamerica votará en bloque por algún candidato que seleccione el nuevo comité ejecutivo».
Consultado sobre si le gustaría convertirse en el próximo mandamás del fútbol de la América del Sur, respondió: «si hay consenso, asumiré el desafío».
Además de vicepresidente tercero del organismo rector del fútbol en Sudamérica, Valdez es líder de la Asociación Uruguaya de Fútbol.
Napout fue arrestado la semana pasada en Zúrich tras ser acusado por las autoridades estadounidenses de recibir millones de dólares en sobornos a cambio de los derechos comerciales de la Copa América. Sus dos antecesores, Eugenio Figueredo y Nicolás Leoz, están acusados de delitos similares, y ambos disputan solicitudes de extradición.
Los dos primeros vicepresidentes, el venezolano Rafael Esquivel y el chileno Sergio Jadue, están alejados de sus cargos tras ser involucrados en el escándalo de corrupción. Esquivel está detenido en Suiza donde disputa su extradición a Estados Unidos, y Jadue se declaró culpable y coopera con las autoridades estadounidenses.
Al igual que hizo Jadue en Chile, Luis Bedoya renunció el mes pasado a la presidencia de la federación colombiana y también se declaró culpable de recibir sobornos. El presidente de la federación ecuatoriana Luis Chiriboga y el ex presidente de la federación peruana Manuel Burga figuran entre los acusados en Estados Unidos. Burga fue encarcelado de forma preventiva el lunes, mientras que Chiriboga está bajo arresto domiciliario.
Otros acusados son los dos últimos secretarios generales de la Conmebol, los argentinos José Luis Meiszner y Eduardo Deluca, y el tesorero y ex presidente de la federación boliviana, Carlos Chávez, quien está preso desde hace meses por otro caso de fraude en su país. (D).