El presidente de la República, Rafael Correa, ha expresado su acuerdo con que la nueva cédula de identidad lleve el género con el que el portador se identifica y no el sexo con el que nació, de acuerdo a la nueva Ley Orgánica de Gestión de la Identidad y Datos Civiles, aprobada el 10 de diciembre de 2015 por la Asamblea Nacional, pero que aún no recibe el «ejecútese» presidencial.
Durante el fin de semana, organizaciones católican han recogido firmas para pedir el veto de la ley en la creencia de que el Presidente Correa no está de acuerdo con lo que han aprobado los asambleístas.
Correa ha dicho en su Informe Ciudadano del 2 de enero que se trata de evitar humillaciones a los ciudadanos transexuales. «Imagínense ustedes tener un hijo transexual, un hermano transexual, un amigo transexual, y de repente esa persona que nació hombre y se siente mujer, está en la fila de mujeres para votar y que lo manden delante de todo el mundo a la fila de hombres. Estoy contando casos reales. Yo me he reunido con esos grupos y son historias algunas desgarradoras».
«Por eso se propone que cuando lleguen a la mayoría de edad, en lugar de sexo, se ponga el género al que ellos sienten que pertenecen», ha explicado. «Y no es tan fácil: hay que ser mayor de edad, hay que presentar testigos que digan que hace dos años esa persona se siente de un género distinto a su sexo».
Pero pidió a los ciudadanos que no se preocupen: «siempre vamos a defender la familia tradicional, de un papá, una mamá, hijos de ambos sexos».
La nueva ley establece que no la cédula no determine el “sexo” de las personas, sino el “género”. Esto es, el documento contendrá no el sexo biológico al que pertenecen, sino la identidad sexual que ellos crean que pertenecen. También que un ciudadano mayor de edad pueda decidir el orden de los apellidos, y ocultar la profesión en el documento de identidad.
Tales datos constarán en un nuevo documento de identidad que empezará a emitirse en dos años.
La nueva ley permite a los ciudadanos cambiar de nombre por una sola vez, el orden de los apellidos (paterno y materno), eliminar parte de sus nombres y definir su género (hasta ahora el documento de identidad indica el sexo al que pertenece).
Asimismo, define un Documento Nacional de Identificación (DNI), en reemplazo en la cédula de ciudadanía, para “garantizar el reconocimiento al derecho de la identidad de género y eliminar cualquier forma de discriminación hacia las diversidades sexuales, como lo establece la Constitución”, argumentó Richard Calderón, presidente de la Comisión de Gobiernos Autónomos, Descentralización, Competencias y Organización del Territorio, encargada de tramitar el proyecto.
En cuanto al cambio de “género” por “sexo”, el presidente Correa destacó que se establece el derecho que tienen las personas a autodeterminar su género, pero que esto lo decidirá el ciudadano o la ciudadana mayor de edad. También negó que permita el matrimonio homosexual, puesto que, argumentó, el sexo de las personas quedará registrado en su partida de nacimiento. [I]