CIUDAD DEL VATICANO (AP) — Un periodista italiano testificó el miércoles que nunca presionó a un monseñor del Vaticano para que le diera documentos confidenciales, y afirmó que como informador profesional era su deber publicarlos porque eran del interés público.
Gianluigi Nuzzi fue el quinto y último de los procesados en testificar en el juicio que abrió el Vaticano sobre documentos confidenciales filtrados que revelaron codicia, despilfarro y mala administración por parte de los jerarcas de la Santa Sede.
Nuzzi y otro periodista, Emiliano Fittipaldi, escribieron el año pasado libros que tuvieron grandes ventas y que se basaron en documentos confidenciales vaticanos. Están siendo procesados, junto con un ex funcionario de alto rango del Vaticano acusado de entregar los documentos, y otros dos individuos. Todos podrían ser condenados a cinco años de cárcel si son hallados culpables.
Los fiscales del Vaticano acusaron a Nuzzi y Fittipaldi de presionar a monseñor Angelo Lucio Vallejo Balda, el número dos de una comisión de reforma financiera solicitada por el papa, para exigirle que les entregara documentos de la comisión sobre las finanzas de la Santa Sede.
Nuzzi declaró el miércoles ante el tribunal que no había hecho nada de eso. Dijo que Vallejo quería que se difundiera la información porque temía que los esfuerzos de reforma pudieran ser «boicoteados» por funcionarios del Vaticano opuestos a los cambios.
Nuzzi defendió su decisión de publicar entonces la documentación por considerarlo el deber de cualquier periodista.
«Yo escogí ser periodista y cuando a un periodista le dan información es su deber publicarla. Ese deber es ineludible para uno», declaró en su testimonio. «¿Qué se supone que yo debía hacer frente a estos documentos: guardarlos en un cajón? Si un colega llegara a saber que yo tuve los documentos y no los usé me habrían escupido en la cara».
Nuzzi insistió en que ninguno de los materiales puso en riesgo los intereses ni la seguridad del Vaticano, y que todos eran de interés público.
«Escribí sobre los privilegios, sobre cuentas fuera de libros, sobre mala administración», dijo. «Estoy convencido de que esto era de importancia para el público».
Grupos defensores de los derechos de la prensa en el mundo han criticado al Vaticano por enjuiciar a los periodistas y han exigido a la fiscalía vaticana que deseche los cargos.
El Estado de la Ciudad del Vaticano penalizó en 2013 la publicación de documentos confidenciales debido a un libro escrito antes por Nuzzi, también basado en documentos internos que le facilitó el mayordomo del entonces papa Benedicto XVI.
Hay quienes dicen que el escándalo contribuyó a acelerar la decisión de Benedicto XVI de renunciar como papa. El mayordomo fue declarado culpable de robar los documentos pero al final recibió el perdón del pontífice. (I)
Por NICOLE WINFIELD, Associated Press