Quito, (EFE).- La ciudadanía ha convocado, a través de redes sociales y otras plataformas de comunicación, a guardar tres minutos de silencio a las 18:58 hora local (23:58 GMT), el momento exacto en que hace una semana un terremoto de magnitud 7,8 sacudió la costa norte de Ecuador, dejando, hasta el momento, 646 muertos.
«A las 18:58 haremos tres minutos de silencio en todo el país, para luego entonar el himno nacional, y se deberá apagar las luces esos tres minutos», instruye un mensaje que circula, entre otros, por la aplicación móvil whatsapp con imágenes de la bandera del país, corazones y manos juntas en oración.
También el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, utilizó su cuenta de Twitter para convocar a los ciudadanos a esa hora a la llamada Cruz del papa, en el parque La Carolina, en el centro norte de la ciudad, para «honrar a las víctimas del terremoto» y pidió llevar una flor y donativos para los damnificados.
En ese sector, como en otros de Quito, la ciudadanía se ha volcado desde el domingo pasado a entregar vituallas para los habitantes de la costa, víctimas de la tragedia.
Rodas, también informó en Twitter de la llegada a Quito de un grupo de bomberos de la capital, a los que calificó de «héroes», pues participaron en las tareas de rescate de víctimas, a muchas de las cuales sacaron con vida de entre los escombros.
En vídeos colgados en la red social, se apreció la llegada del avión que traía a los bomberos, y que tras su aterrizaje y durante su recorrido de acercamiento en la pista, recibía el baño por un arco de agua lanzada desde camiones cisterna, como una bienvenida especial.
«En estos momentos difíciles, sentimos con fuerza ese sentimiento de fraternidad que nos une a los ecuatorianos», señaló Rodas al informar sobre el recibimiento a los bomberos, a quienes pobladores fueron a recibir al aeropuerto con banderas de Quito, del Ecuador y con globos.
Uno a uno abandonaban en fila los bomberos el aeropuerto en medio de gritos de agradecimiento de los pobladores.
El número de muertos por el terremoto del pasado sábado en Ecuador se elevó a 646, según dijo hoy el presidente del país, Rafael Correa, quien indicó que aún hay 130 personas desaparecidas.
Correa comentó que han atendido a unas doce mil personas que resultaron heridas en el terremoto, uno de los más fuertes de la historia del país andino.
Asimismo, señaló que 113 personas fueron rescatadas con vida y algo más de 26.000 están albergadas desde que se produjo la sacudida de magnitud 7,8 grados en la escala de Richter.
El Ejecutivo ecuatoriano ha declarado en situación de emergencia a las provincias de Esmeraldas, Manabí, Santo Domingo de los Tsáchilas, Guayas, Santa Elena y Los Ríos, y en estado de excepción a todo el territorio nacional.
El Gobierno impulsa los trabajos para la restitución de servicios básicos en la zona azotada por el terremoto para mejorar las condiciones de vida de los afectados y estudia planes de reconstrucción.
Correa agradeció hoy a la ciudadanía por la solidaridad demostrada apenas se produjo el terremoto, a las instituciones estatales y al apoyo internacional. EFE (I)