Mickelson se queda a un golpe de récord en Abierto Británico

Phil Mickelson reacciona tras fallar un putt para birdie en el hoyo 18 del Abierto Brit·nico de golf el jueves, 14 de julio de 2016, en Troon, Escocia. (AP Photo/Matt Dunham)

TROON, Escocia (AP) — Phil Mickelson apuntó su putter hacia el hoyo y se preparaba para hacer historia el jueves en el Abierto Británico.

En vez de eso, sufrió una decepción más.

Todo debido a una tarjeta de 63 golpes.

El putt de 4,9 metros (16 pies) parecía bueno hasta la última curva, cuando se desvió a la derecha del hoyo. La bola luego recorrió la orilla hasta que se detuvo en el otro lado del hoyo. Un atónito Mickelson se golpeó la frente con la mano. Su caddie, Jim «Bones» Mackay, se fue de espaldas.

«Quiero llorar», indicó Mickelson.

No fue necesario el llanto en el campo Royal Troon, no después de una ronda que resultó brillante pese a los estándares de Mickelson, y seguramente no después de tomar una ventaja de tres golpes sobre Patrick Reed y Martin Kaymer en un día ideal frente al mar de Irlanda.

Mickelson aprovechó el momento con un birdie en un hoyo 16 de par cinco, y un tiro de 4,6 metros (15 pies) para un birdie en el hoyo 17 de par tres para colocarse a ocho bajo par.

En los últimos 43 años en los Grand Slam, ha habido 27 rondas de 63. Nadie ha firmado tarjeta de 62.

Mickelson lo sabía, y también sabía que es muy probable que nunca vuelva a tener una oportunidad como esta luego que su tiro con un 6 Iron se quedó a 4,9 metros del hoyo en el 18.

«Ese putt en el 18 era una oportunidad para hacer algo histórico», lamentó. «Lo sabía, y a un pie de distancia pensaba que lo había logrado. Vi la bola avanzar justo en el centro. Me dirigía a recogerla. Tuve un golpe de adrenalina ante el hecho de que acababa de tirar el 62. Y luego tuve la decepción de no haberlo logrado y ve a la bola afuera.

Lo que ayudó a aliviar el dolor fue que apenas era jueves. Han pasado tres años desde su última victoria, en el Abierto Británico en Muirfield, donde sus 66 golpes se encuentran entre las mejores rondas de cierre en un major. Mickelson aún la considera su mejor ronda.

No lo consideraría así si hubiera metido ese tiro de 4,9 metros.

Fue un recuerdo de su putt que rodeó todo el hoyo en el Abierto de Phoenix hace tres años, cuando pudo haber terminado con tarjeta de 59. Ese no dolió tanto como el del jueves, pues cinco jugadores han registrado 59 golpes en el Tour de la PGA.

«Este lo voy a recordar por mucho tiempo debido al elemento histórico de los campeonatos major», subrayó. «La oportunidad de terminar con 62 y ser el primero en lograrlo, simplemente no creo que se me vuelva a presentar. Y es por eso que salgo tan decepcionado». (D).

Más relacionadas