El alcalde Jaime Nebot reveló que no otorgará el permiso correspondiente para que opere en la ciudad la compañía internacional del servicio de taxis, Uber, después de que directivos de dicha corporación lo visitaran en días pasados. “Conozco el servicio. Sé que es bueno; pero hay que tener en cuenta a las miles de familias que viven de una actividad lícita como para ponerles una competencia de esa naturaleza”, señaló.
Uber es una empresa estadounidense que proporciona a sus clientes una red de transporte privado, a través de su software de aplicación móvil y conecta a los pasajeros con los conductores registrados en su servicio.
La llegada de este servicio ha provocado enfrentamientos por “competencia desleal” en varios países.
La empresa organiza recogidas en decenas de ciudades de todo el mundo y tiene su sede en San Francisco, California. Desde su nacimiento, recibió la declaración de guerra de agrupaciones de taxistas en algunas urbes y reguladores que intentan normar sus operaciones.
Países de Latinoamérica como México, Colombia, Perú, Brasil, Argentina y próximamente Bolivia se abrieron a esta iniciativa. A pesar de sus intentos de expansión, la agencia Bloomberg informó que para la primera mitad de este 2016, las perdidas de Uber suman 1.270 millones de dólares.