Yolanda Kakabadse, entre las voces latinas más influyentes en la diplomacia climática

Yolanda Kakabadse, activista climática.

Marrakech (Marruecos), (EFE).- Las negociaciones internacionales para pactar las reglas de un nuevo desarrollo económico bajo en carbono están lideradas por un buen número de voces del mundo español y latinoamericano que fueron cruciales para alcanzar el Acuerdo de París.

Entre estas voces destacan Christiana Figueres (Costa Rica), quien tomó las riendas de la convención de cambio climático de la ONU en su peor momento, tras la fracasada cumbre de Copenhague de 2009, y supo llevarla a buen puerto para lograr el histórico Acuerdo de París el año pasado.

Figueres concluyó su mandato en julio y creó una nueva iniciativa internacional llamada Misión 2020, con el objetivo de conseguir fondos para apoyar a los países en desarrollo a que cumplan sus compromisos de reducción de emisiones en el marco del pacto alcanzado en la capital francesa.

Manuel Pulgar Vidal (Perú) dirigió, como ministro de Medio Ambiente de su país, la cumbre previa a París, la COP20 de Lima, dando voz a todos los Estados y creando la atmósfera de consenso y la sensación de urgencia respecto al cambio climático que permitiría adoptar un tratado internacional un año después.

Fue posteriormente mano derecha del entonces ministro francés de Exteriores Laurent Fabius, quien presidió la cumbre de París y que encargó a Pulgar dialogar con organizaciones la sociedad civil para que participaran y aceptaran el acuerdo.

Un año después dirige la estrategia de cambio climático a nivel internacional del Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF, en sus siglas en inglés), una de las ONG más respetadas e influyentes del mundo ambientalista.

Miguel Arias Cañete (España) es el comisario europeo de Acción por el Clima y, como tal, impulsor de la Coalición de la Alta Ambición en la que aglutinó a los principales países desarrollados (entre ellos Estados Unidos) y a muchos en desarrollo para lograr que el Acuerdo de París fuera lo más ambicioso posible.

Arias Cañete también ha promovido alianzas entre la UE y China en materia de cambio climático y es uno de los actores más relevantes en las negociaciones.

Patricia Espinosa (México) es la nueva jefa de cambio climático de Naciones Unidas, tras una competitiva selección en la que se valoró la inteligencia diplomática con la que dirigió la cumbre de Cancún (2010), donde logró que la comunidad internacional recuperara la confianza en la ONU como marco para alcanzar un pacto global de cambio climático después de la fallida reunión de Copenhague.

Paula Caballero (Colombia) lleva ligada a las negociaciones climáticas como jefa de la delegación de su país desde la primera cumbre del clima (COP1), celebrada en Berlín en 1995, y fue impulsora de la AILAC, una alianza de los países latinoamericanos más ambiciosos en materia climática.

Considerada la «madre» de los Objetivos del Desarrollo Sostenible del milenio (ODS) que se acordaron a propuesta redactada por ella misma y presentada a la ONU por Colombia, ha sido directora de Medio Ambiente del Banco Mundial (2014-2016) y en la actualidad es portavoz de cambio climático del «think tank» estadounidense más influyente en esta materia, el World Resources Institute (WRI).

Teresa Ribera (España) lleva casi veinte años vinculada a las negociaciones, la mayoría de ellos desde la oficina de cambio climático de España, en la que estuvo desde su creación, como abogada del Estado, para trasladar el Protocolo de Kioto a la legislación española.

Como secretaria de Estado de Cambio Climático durante el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, convirtió a España en un actor relevante en los foros internacionales de la economía baja en carbono y estrechó la cooperación con Latinoamérica en esta materia.

Actualmente dirige el «think tank» europeo más relevante en materia de cambio climático, el Instituto para el Desarrollo Sostenible y las Relaciones Internacionales (IDDRI), y los expertos la consideran una de las artífices del Acuerdo de París, así como autora intelectual de una propuesta del mismo: las sendas de descarbonización a largo plazo.

Yolanda Kakabadse (Ecuador), la presidenta de WWF, es una de las voces más respetadas en la toma de decisiones medioambientales y promotora de que en el nuevo pacto climático haya un sistema internacional transparente de rendición de cuentas para medir la acción de los países en mitigación, adaptación y financiación.

Además de ministra de Medio Ambiente de su país y presidenta de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) entre 1996 y 2004, la ecuatoriana es considerada una inspiración para los jóvenes líderes ambientales.

Felipe Calderón (México) dirigió la cumbre del clima de Cancún, en 2010, siendo presidente de México, y desde entonces ha estado ligado a la diplomacia climática.

Dirige la Comisión Global sobre Economía y Clima que elabora informes sobre el coste económico de no actuar frente al cambio climático y está considerado otro de los artífices en la sombra del pacto de París. EFE (I)

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