Nathaly Toledo, la candidata periodista que no derogaría la Ley de Comunicación

Nathaly Toledo, candidata por Centro Democrático. Foto de Luis Paredes.

Quito.- A este proceso electoral del próximo 19 de febrero, concurren como candidatos personas de distintas áreas del saber humano. Algunos rostros conocidos del periodismo nacional estarán en las papeletas electorales. Una de las periodistas que han dejado el mundo de la noticia para hacer política es Nathaly Toledo.

Ella estudió periodismo en la Universidad San Francisco de Quito y fue reportera y presentadora de noticias de uno de los noticieros de mayor trascendencia en el Ecuador. Tras salir de Teleamazonas, se dedicó al activismo pro animalista y comunitario. Hoy, es la candidata que encabeza la lista de Centro Democrático en el Distrito 2 de la provincia de Guayas.

En esta entrevista habla de su trayectoria, el paso de la comunicación a la candidatura y su opinión, como periodista, sobre la polémica Ley Orgánica de Comunicación, un cuerpo legal que, de acuerdo a muchos candidatos y analistas, debería ser derogada.

– ¿Por qué decidiste estudiar periodismo?

– Mira, realmente desde que era muy pequeña hacía más preguntas que el promedio de los niños, además, siempre me ha gustado estar en las conversaciones de los mayores. No quiere decir que me faltaba creatividad o no quería jugar, pero mostraba siempre interés por saber que pasaba en la realidad más seria. Yo tenía un abuelo que me preguntaba qué está pasando en el mundo y si no sabías, te regañaba, no tenías su aprobación. Su aprobación la tenías conociendo esas realidades, vinculándote con el arte, con la poesía. Era un abuelo que me ponía sobre una piedrita en su patio a declamar. Partiendo de todo esto, escogí el periodismo por eso, porque tenía la necesidad imperiosa de retratar la realidad.

– Cuando eras estudiante de periodismo, ¿te imaginaste que ibas a terminar siendo candidata?

– No, de hecho, esa decisión la tomé hace poco, antes yo más bien te puedo decir que nunca quise estar vinculada a un partido político. Pero decir que nunca hice política es mentira. Siempre he hecho política.

– ¿El periodista hace política?

No sé si el periodista, más bien hace política quién sea que quiera generar debate o cambios en la sociedad.

– Da la impresión de que la sociedad espera de un periodista que sea alguien al margen, que lo ve todo, que puede criticarlo todo, pero que no está adentro de la política.

– Y está bien. Por eso, la decisión para mí fue tan difícil. Estoy consciente de que nunca más voy a poder hacer periodismo si hago militancia dentro de un partido político, al menos periodismo referido a la política. No tendría ética y nunca lo voy a hacer. Ahora, que deje de ser periodista también es muy difícil porque no es lo que estudié, es lo que soy. Entonces está en mi ADN, pienso que el periodismo tiene diferentes trincheras, diferentes formatos. Creo que política hacen todas las personas que hacen activismo. En Teleamazonas lo hice a través de reportajes. Yo sí tenía un ideal. Tú sabes que en un noticiero pasan 30 noticias, las personas se acuerdan de 3, yo tenía el estándar de que mi nota tenía que ser la que recuerden, la que se quedó en su memoria, porque logré generar algún tipo de emoción que no necesariamente tiene que ser positiva, a lo mejor generé repulsión o debate con respecto a un tema. Pero siempre intenté hacer eso, entonces sí estaba haciendo política. Estaba también acercándome a todas las instituciones que hacen política para que hagan cambios. El problema es que no fue suficiente, realmente no lo fue. Incluso saliendo de Teleamazonas, ya voy a tener dos años fuera, ahí sí realmente me vinculé a ONGs, también a la academia (charlas, foros, debates) y siempre con ese ideal de cambiar realidades, yo por ejemplo soy activista a favor del bienestar animal y de la protección de los animales. Y eso significa que igual tienes que entender la Ley. Un animal todavía sigue considerado como una propiedad, entonces es un objeto. Hubo un proyecto de ley LOBA que la ciudadanía quería impulsarla, pero terminó siendo parte del Código Orgánico del Ambiente, en trece artículos. Entonces, en resumidas cuentas, todo me vincula porque estás en el activismo y el periodismo lo que te da también es cierta trayectoria para entender a la gente.

– ¿Ideológicamente te vinculas con el prefecto Jairala?

– Mira, la cercanía que yo tuve con Centro Democrático no fue con el partido como tal porque además es bastante nuevo, de hecho, todavía no ha tenido representación nacional. El vínculo lo tuve directamente con él, pero con su gestión, porque esta es la única prefectura que por primera vez tuvo una unidad de rescate animal, también es la primera prefectura que vinculó a los animales en la ayuda para niños autistas o con capacidades especiales, hay un centro de equinoterapia. Yo hace mucho tiempo siempre fui vocera de estas causas, sin pensar que un buen día iba a llegar Jimmy Jairala y me iba a sentar en su oficina y me iba a decir: Nathaly, creo que no te has dado cuenta lo cercana que estás a la política. Y obviamente no me estaban pidiendo que renunciara a un puesto de trabajo porque ya no lo tenía.

– Un prefecto que también fue periodista.

– Exacto, entonces entiende un poco mejor. Ahora, para ya el tema del partido, algo que yo le dije a él es que no soy apolítica pero sí apartidista. Me cuesta muchísimo, de hecho, le propuse y le dije, yo preferiría ser independiente, pero patrocinada por este partido. La ley no lo permite. Entonces tenía que vincularme. Lo bueno es que sí descubrí un partido que con sus ejes principales yo comulgo plenamente. Centro Democrático no tiene una ideología y eso para mí es básico, porque las ideologías dividen, incluso las religiones, son estos preceptos que te determinan un lugar en el que debes estar y políticas que debes seguir.

– Pero tal vez esa ausencia de ideología en el caso del prefecto y de Centro Democrático ha impedido que sean frontales por ejemplo en oponerse al gobierno.

– De hecho, fueron parte del gobierno y diferentes movimientos y partidos. La propuesta de mi candidatura me llegó cuando ya existía la alianza con la Izquierda Democrática. Ya se habían separado de AP, que para mí era importante.

– ¿Hubieras sido candidata si había la alianza con AP?

– No. De hecho, pregunté bien qué tipo de alianza tenemos con la ID y con Acuerdo Nacional por el Cambio y la respuesta fue que sólo tenemos una alianza con la ID, y hay una alianza específica en ciertas provincias. Es más por un tema electoral, pero eso a mí sí me impulsó porque Centro Democrático, aunque sea criticado por no tener ideología, es muy europeo, es este espacio de debate para incluir lo que se necesite, no porque tienes una ideología de derecha tienes que abrir el mercado totalmente, no, tienes que analizar qué tiene la derecha y qué tiene la Izquierda, y ponerlo en ese centro, en un justo medio, pero siempre en el debate de ideas.

– ¿Centro Democrático incluyó en sus propuestas de campaña tu postura animalista?

– De hecho, te adelanto algo, nosotros vamos a ser el primer partido, un poco por mi gestión, pero también por lo que ellos consideran, con frente animalista y un frente de cultura de paz. Y este frente animalista de hecho va a tener un proyecto de Ley específico con el impulso de la recolección de firmas para una posible reforma de la Ley, que lo voy a hacer incluso independiente de los resultados. Para mí es importante que se sepa que hay voluntad popular.

– Como periodista, ¿cuál será tu posición frente a la LOC?

– Parecería que hay una especie de espíritu de cuerpo entre los periodistas que tenemos que decir que tienen que derogar la LOC. Yo creo que eso es bien irresponsable porque yo más bien pienso que una LOC era necesaria, era urgente, quizá porque además me tocó vivir periodismo en una ciudad en la que se espectaculiza la información. Yo estuve 4 años en un noticiero de comunidad, donde los titulares eran irresponsables, a mí me habría gustado de verdad que alguien nos diga un buen día ustedes no pueden decir eso, pero no pasó, entonces sí era un tema de raiting, de decir lo que la gente quería escuchar. Hay intereses, una línea editorial. No es verdad que hay prensa independiente. Los oficialistas son relacionadores públicos del gobierno de turno, pero los demás también tienen intereses.

– ¿Estás de acuerdo con que haya una persona que le diga al periodista cómo tiene que hacer su trabajo, desde la Cordicom y la Supercom, designadas por con influencia del poder Ejecutivo?

– No está bien ese esquema, utilizando la metáfora de un semáforo esa Ley de Comunicación tiene verdes, amarillos y tiene rojos, entonces lo que yo impulsé dentro de CD en torno a la LOC es que hay que reformarla. Esa es la realidad, no hay que botarla y luego crearla porque también desperdicias, un trabajo que de todas formas está ya redactado.

– Un trabajo que implica, jurídicamente, regular la comunicación del ser humano no sólo a los medios.

– Fíjate que lo que sucede con eso es que va a depender de quién llegue a la Asamblea, de qué intereses se jueguen para nuevamente reescribir una Ley. Entonces a mí me parece que sí hay cosas que hay que guardar y cuidar, porque de todas formas se han dado pasos. Creo que hay que ponerla en debate. Me voy a reunir con Reporteros Sin fronteras para que analicen, ni siquiera ellos piensan que habría que derogarla.

– ¿Qué defiendes de la LOC?

– Mira, por ejemplo, delimitar los espacios exactos entre qué es una entrevista de publicidad y que no. Eso es fantástico, lo aplaudo. Sobre todo, para los que hemos trabajado en radio: venía una marca X de gaseosa, que tanto daño hace, de hecho tienen tanto azúcar (droga legal como tabaco o alcohol), y como tiene un pautaje en la radio te obligan a entrevistar a un vocero que está promocionando algo con lo que tú no estás a favor. Por lo menos, gracias a esta ley, cuando viene este vocero, yo tengo que decir que esta es una entrevista pagada, eso a mí me encanta. Creo que nos regulamos un poco. También creo que es positivo que tengas la posibilidad de pedir una réplica a un medio, porque no la había. Lo que sucede es que si uno pide eso a los canales oficiales no te la dan.

– Por el contrario, si un funcionario público pide a un canal privado hay que publicar absolutamente todos los insultos.

– Exacto. Hay ideas positivas ahí, pero la aplicación se tradujo a que es una herramienta del gobierno para censurarnos, para que ellos tengan poder sobre los medios. Deberíamos eliminar, por ejemplo, a la Superintendencias, no deberían ser designadas por el gobierno.

– ¿Debería existir una Superintendencia?

Yo creo que eso está en debate. Porque también habría que establecer bien cuáles son sus roles, si me preguntas específicamente como la que existe hoy, no. Pero sí tiene que haber un ente regulador.

– Si es que hubiera un acuerdo político entre los partidos, para derogar la LOC y hacer una Ley de Medios de Comunicación, ¿apoyarías?

– Intentaría primero decirles que hay un trabajo que es importante o por lo menos insistir en la necesidad de retomar puntos positivos que sí los tiene la Ley, pero si la voluntad política va a obligar a que tengamos una mejor Ley de Comunicación es muy probable que lo discutamos con el partido para tomar una decisión. Lo que sucede también es que en la Asamblea es muy importante el lobbying político. Las leyes se deben construir antes de que lleguen a la Asamblea y en espacios colectivos, tenemos que regresar a ver a la academia. Yo sí creo que tenemos que aceptar que hasta el manejo de titulares si fue tendencioso. Y algo en lo que no estoy de acuerdo es en las sanciones porque generan autocensura.

– ¿Estás de acuerdo que se exija título de periodista a la persona que redacta la noticia?

– Estoy de acuerdo pero si también creo que hay gente que no tiene ese título y que hace mejor periodismo que los que lo tienen. En el sentido en que está estructurada la Ley les da la oportunidad y un tiempo para que sigan la carrera, yo creo que habría que ampliar el tiempo en todo caso, si creo que la persona debe tener un título de periodista para ejercerlo.

– Pese a que este punto se opone a estándares interamericanos de derechos humanos.

– Sí, pese a eso. Sabes por qué te lo digo, yo me he encontrado con gente que sí ha estudiado periodismo y que no tiene conceptos claros que yo los tengo ya de corazón, en mi sistema nervioso estructural. Aquí al menos en la USFQ siempre debatimos el tema de la verdad, y la objetividad, y para mi esa es una cuestión de primera clase de filosofía, no existe. Sí existe el equilibrio, si existe tu responsabilidad de contraponer a todos los involucrados, existe tu deseo ético de tener una información verificada, eso sí existe. Pero esos postulados muy grandes no nos llevan tampoco a ningún lugar, más bien embanderan un espíritu de cuerpo periodístico que nos hace daño. A mí me hubiera gustado que la Ley sirva, por ejemplo, para sacar del aire muchísimos noticieros por ejemplo en Guayaquil que no aportaban en nada, que han ayudado más bien a impulsar la violencia de género. Había que regularnos, exigirnos ser más profesionales. Pregúntale tú a la gente que hace periodismo si alguna vez se ha leído un Código de Ética, son pocos los que se lo han hecho. Debería haber tribunales de ética en cada medio. Incluso para que un colega tuyo te pueda decir lo que considera. En CNN Internacional hay 12 personas que antes de que se publique cada reportaje verifican los hechos. Esos esfuerzos creo que valen la pena. Hay mucho debate en la LOC, pero sí te repito que creo que hay que tener ese entendimiento, creo que hay cosas que sí funcionaban de allí, no funcionaron por cómo se aplicaron. (I)

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