Entre el 30 % y el 40 % de los pacientes que padecen el VIH ya pueden tratarse con dos fármacos en vez de tres, como es habitual, mientras se ensaya sustituir las pastillas diarias por una inyección al mes, un tratamiento que podría ya ser efectivo en el 2018.
Estos son dos de los avances expuestos hoy por el jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas y Sida del Hospital Clínic de Barcelona, Josep Maria Gatell; el médico de la Unidad de VIH del Hospital 12 de Octubre de Madrid, Federico Pulido; y el responsable de la Unidad Funcional de Sida del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario de Bellvitge, Daniel Podzamczer.
En la presentación del 22 Simposio Internacional SI que se celebra hoy y mañana en Barcelona, Pulido explicó que los avances van en la línea de intentar personalizar los tratamientos contra el VIH, pues cada persona tiene unas condiciones vitales distintas que deben tenerse en cuenta.
Gatell, que coordina el simposio, declaró en esta línea que «la mayoría de nuevas infecciones proceden de personas infectadas que no lo saben o de otras que sí lo saben pero por distintas razones han dejado el tratamiento».
Asimismo detalló cuatro ámbitos sobre los que tratará el simposio, entre los que destacan la posibilidad de utilizar dos fármacos en lugar de tres, que algunos fármacos se produzcan empleando la nanotecnología, investigaciones sobre nuevas dianas terapéuticas o «la esperanza de futuro» de tener vacunas terapéuticas a medio o largo plazo.
Pulido manifestó que toda investigación debe tener como objetivo prioritario no perder la eficacia contra esta enfermedad que se ha alcanzado a lo largo de los años.
En este sentido, Podzamczer recordó que «el VIH prácticamente ya no mata», pero que precisamente por eso existe «el riesgo que la población pierda el miedo y baje la guardia».
Daniel Podzamczer insistió en la conveniencia de que en el Estado se empiece a aplicar la profilaxis preexposición (PPRE), es decir, el uso de un fármaco antes de la exposición al agente infeccioso para evitar su transmisión.
Esta técnica ya ha sido aceptada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), pero sigue sin tener una situación clara en España, un hecho que los médicos lamentan, pues en ciudades como San Francisco se ha demostrado que tienen un gran efecto.
Gatell recordó a su vez que la PPRE se suministraría solo a población «de alto riesgo», con un «riesgo superior al 3 % o 5 % de contraer la enfermedad».
En palabras de Gatell, el simposio cumplirá tres funciones: revisar paradigmas de tratamientos antirretrovirales, que investigadores españoles aporten sus datos y divulguen sus conocimientos y estudiar las diversas semejanzas -y muchas diferencias- entre el sida, el ébola y el zika.
Los tres expertos mostraron su satisfacción por los avances en el tratamiento del VIH y recordaron que este virus comenzó a tratarse suministrándose 14 pastillas al día a cada infectado, que encima tenían importantes efectos secundarios y que la tasa de éxito se limitaba del 55 % o 60 %.
Actualmente, el sida es una enfermedad crónica con la que se puede gozar de una relativa buena calidad de vida, se dispone de unos 25 fármacos que se pueden utilizar y los tratamientos tienen una tasa de éxito de entre el 80 y el 90 %. EFE