La guerra está pasando factura a la agricultura en Siria y las pérdidas ascienden ya a más de 16.000 millones de dólares (unos 15.021 millones de euros), informó hoy la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La agencia publicó hoy, antes de la conferencia internacional sobre el futuro de Siria que se celebrará esta semana en Bruselas, su primera evaluación a nivel nacional de los daños que tras seis años ha causado el conflicto en los medios y la producción del sector primario.
La encuesta, realizada a más de 3.500 hogares repartidos por todas las provincias del país, señala que, a pesar del impacto de la crisis en el campo, la principal fuente de ingresos en las zonas rurales sigue siendo la venta de ganado y productos agrícolas.
Más del 75 % de los hogares rurales continúa cultivando alimentos para consumo propio, aunque en cantidades muy pequeñas, y un 60 % ve en la falta de fertilizantes uno de los mayores obstáculos para producir cultivos básicos como cereales y legumbres, junto a la falta de combustible, las pestes y la destrucción de los sistemas de riego.
El desplazamiento forzado de la población que huye de los combates ha hecho que cerca de un tercio de los habitantes haya abandonado el campo entre 2011 y 2016, y que haya más de seis millones de desplazados dentro del país.
Entre quienes se mantienen en las áreas rurales, un 80 % siguen viviendo de la producción de cultivos y un 60 % de la ganadería, unos porcentajes que son menores entre los desplazados internos.
Además, los precios de los alimentos básicos se han multiplicado por nueve entre 2010 y 2016, reduciendo sobremanera la capacidad de compra, según el estudio.
Así, por ejemplo, de los hogares entrevistados, el 90 % gasta actualmente más de la mitad de sus ingresos en alimentación, frente a la cuarta parte que dedicaban antes de la guerra.
Las mayores pérdidas de cultivos se concentran en el norte, escenario de cruentos enfrentamientos entre las fuerzas del régimen, rebeldes y grupos yihadistas.
La agricultura en Siria, que depende en gran parte de la irrigación, ha sufrido grandes daños en infraestructuras, especialmente en las provincias con mayor superficie irrigada como Al Hasaka, Alepo o Al Raqa.
La FAO calcula que se necesitarán entre 10.700 y 17.100 millones de dólares (entre 10.045 y 16.054 millones de euros) en tres años para rehabilitar el sector primario, dependiendo de la evolución del conflicto en un país de tradición agrícola y que antes se caracterizaba por proporcionar alimentos al resto de la región.
El peso de la agricultura, según datos recogidos no oficiales, rondaría en torno al 26 % del Producto Interior Bruto (PIB) y para la agencia de la ONU representa una «garantía de ingresos y alimentos en un contexto de inseguridad, cierres de mercados y cortes en el suministro de bienes y servicios esenciales». EFE