Gustavo Larrea: Victoria del «Sí» fortalecería la democracia

Gustavo Larrea, fundador del movimiento Democracia Sí, fue homenajeado la noche del 27 de febrero de 2017, en Guayaquil. Foto de Ronald Cedeño, difundida por el diario El Universo.

Quito (EFE).- Gustavo Larrea, un político de trayectoria en Ecuador, y líder del movimiento «Democracia sí», consideró que se fortalecerá la democracia con un eventual triunfo del «sí» en la consulta popular y referéndum del 4 de febrero, cuando, entre otros, se decidirá si se elimina o no la reelección indefinida.

En su opinión, apoyar el «sí» permitirá «recuperar el sentido histórico del país, que es un sentido democrático, republicano, de división de las funciones del Estado, de pleno respeto a las libertades y a los derechos humanos».

Larrea considera que ello se perdió en la administración de Rafael Correa, quien ha rechazado esas acusaciones con anterioridad, y quien tras una década de Gobierno, entregó el pasado 24 de mayo el poder a su entonces correligionario Lenín Moreno, una vez que éste venció en las urnas al centroderechista Guillermo Lasso.

Gustavo Larrea, estuvo con Correa en los primeros años de su Gobierno, pero se separó al ver que -en su opinión- no se cumplían los preceptos del proyecto político llamado Revolución Ciudadana, extremo rechazado por el exgobernante.

Ese proyecto apuntaba «a más democracia, más libertades, más derechos, más producción, más empleo, más inclusión social, más respeto a la naturaleza, y tenemos un proyecto que se dirigió en otra dirección y lo honesto» era abandonarlo, dijo a Efe.

El ahora líder del movimiento «Democracia sí» recordó que Moreno ganó las elecciones con el movimiento Alianza País (AP), del que Correa era el presidente vitalicio hasta que diferencias irreconciliables lo llevaron a una fractura definitiva este mes.

Públicamente, el pulso empezó cuando Moreno decidió abrirse al diálogo con todos los sectores, incluso con aquellos con los que Correa mantuvo duros enfrentamientos, y empeoró cuando el gobernante dijo haber «heredado» un país con una situación económica «crítica», mientras Correa aseguraba que dejó la «mesa servida».

Y el pulso llegó a extremos cuando Moreno convocó a la consulta por decreto al considerar que se superó el tiempo establecido por la ley para un pronunciamiento de la Corte Constitucional.

Así, paradójicamente, desde que asumió el poder, la más dura oposición que enfrentó Moreno estuvo en el seno de AP, por parte de los aliados a Correa (ahora desafiliados), y por ello, Larrea cree que un posible triunfo del «sí», sería un «punto de inflexión» pues implicaría que se consoliden los cambios planteados por Moreno.

Para él, antes del quiebre definitivo, AP, que nació abanderando el socialismo del Siglo XXI, había «perdido sus papeles» y se había convertido en una «colcha de retazos populista y autoritaria», dijo.

A su mirar, AP es ahora una «organización de centroizquierda», liderada por Moreno, quien tiene que dialogar con todos los sectores y construir una agenda «con todos».

A quienes consideran que hasta ahora los cambios de Moreno han sido solo de «forma», Larrea les recuerda que aparte de la apertura al diálogo y al reencuentro, el Gobierno está empeñado en luchar contra la corrupción y en corregir «problemas graves de la economía».

El espaldarazo de Larrea a la consulta pasa también por la lucha contra la corrupción, pues una de las preguntas refiere a que quienes hayan sido sentenciados por corrupción jamás puedan volver a ser funcionarios públicos y que respondan con su patrimonio.

El apoyo también le da a la pregunta sobre la eliminación de la reelección indefinida pues «el país requiere renovación y no liderazgos perpetuos», dice, mientras que quieres defienden el «no» argumentan que la decisión final sobre la designación de cualquier candidato la tienen los electores en las urnas por lo que ven en ese punto una afectación a derechos.

Larrea opina que el país está viviendo cambios, pero que aún se requieren muchas reformas, seguir trabajando en la economía para fortalecer un modelo productivo y por ello -insiste- es «clave» la consulta de Moreno quien, al asumir el cargo, dijo que gobernará para todos, incluidos quienes no votaron por él, recuerda.

Según Larrea, Moreno «entiende que es necesario un reencuentro de los ecuatorianos, entiende que la política no es confrontación, es diálogo y grandes acuerdos».

«Creo que el presidente le da un aire al país, un respiro importante y empieza el país a reencontrarse con su historia y con su futuro», señala.

De llegar a ganar el «sí» en la consulta, Larrea ve con optimismo la consolidación de la administración de Moreno, aunque subraya que no se trata de un «cheque en blanco» para el gobernante.

Se trata -subraya- de decir sí a la continuación de una política de línea «amplia, democrática, inclusiva, de diálogo», de avanzar en el combate a la corrupción y en solucionar problemas de producción y empleo, pues en la consulta también hay temas económicos. EFE (I)

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