Multitudinarias marchas en Ecuador por la paz y en honor a caídos en frontera

Marcha en Guayaquil.

Multitudinarias marchas se realizaron ayer en Ecuador por la paz y en honor de los tres integrantes de un equipo de prensa asesinado, cuatro soldados muertos en atentados y una pareja secuestrada en una zona fronteriza con Colombia, donde operan grupos armados ilegales, algunos disidentes de las FARC.

Miles de personas se congregaron en las calles de Quito, convocadas por familiares, colegas y amigos de los tres integrantes del equipo de prensa del diario El Comercio, que fueron secuestrados el pasado 26 de marzo y posteriormente asesinados por quien las autoridades identifican con el alias «Guacho».

La masiva manifestación recorrió varias calles del centro de Quito bajo las consignas «Nos faltan tres», «Queremos paz», «Nadie se cansa por la paz», «No a la impunidad» y «Ni uno más», entre otras.

Uno de los asistentes aseguró que el mejor homenaje al equipo de prensa asesinado es «seguir haciendo periodismo» y llamó a la unidad para hacer frente a los violentos.

La marcha concluyó con una concentración en el parque de La Cisrcasiana, donde familiares, amigos y colegas de los periodistas asesinados elevaron plegarias, encendieron velas y exigieron la entrega de los cuerpos del equipo de prensa.

Otra manifestación, también masiva, convocada por el movimiento oficialista Alianza País, recorrió calles del centro de la capital hasta la Plaza de la Independencia, frente al Palacio de Gobierno, que lució imágenes de listones negros.

El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, salió al balcón de la casa de Gobierno y pronunció algunas palabras ante la muchedumbre que se solidarizó con la gestión del mandatario para afrontar la situación de violencia en la frontera.

Allí, Moreno insistió en que desclasificará la información sobre las gestiones ejecutadas en torno a los distintos hechos de violencia registrados en el norte de la provincia costera de Esmeraldas, como lo han pedido los familiares de las víctimas.

El mandatario arremetió contra la banda armada conocida como Frente Oliver Sinesterra, principal sospechosa de todos los actos violentos en la zona fronteriza, liderada por Guacho, un disidente de las FARC.

«Creo que estamos ante otro tipo de especie humana, de la peor calaña. Lo que sí, no nos vamos a dejar doblegar», remarcó el mandatario.

Las multitudinarias marchas también se replicaron en otras ciudades como Guayaquil, Cuenca y Santo Domingo de los Tsáchilas, donde también clamó la consigna de la paz.

Una muchedumbre, vestida de blanco, recorrió las calles de Guayaquil, en una marcha encabezada por la vicepresidenta del país, María Alejandra Vicuña; el gobernador (representante del Ejecutivo) de la provincia de Guayas, José Francisco Cevallos; el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot; el prefecto (autoridad social) provincial, Jimmy Jairala; y el arzobispo de la ciudad, Luis Cabrera.

En la concentración, el prefecto Jairala llamó a la unidad de todos los ecuatorianos y aseguró que «un pueblo dividido es un pueblo vulnerable y eso los saben los artífices del mal, que hoy están en el otro lado de nuestras fronteras».

El alcalde Nebot, por su parte, reclamó una mayor acción de Colombia para impedir que las bandas criminales que operan en ese territorio crucen la divisoria.

«Este no es un problema de Ecuador, es un problema de Colombia» y por el que «los ecuatorianos no tienen porqué sufrir», dijo Nebot que también reclamó una actitud más pragmática para hacer frente a los violentos.

El arzobispo de Guayaquil, de su lado, hizo un llamado a la población a no caer en la violencia y luchar por la paz.

«A seguir creyendo en la paz, a seguir trabajando por la paz; pero no una paz cualquiera, una paz como fruto de la imposición de las armas o una paz con la compra de las conciencias, sino una paz que se fundamenta en la justicia», apostilló Cabrera.

En otra marcha en la ciudad tropical de Santo Domingo de los Colorados, donde reside la pareja de ecuatorianos secuestrada últimamente en la frontera, amigos de las víctimas pidieron al Gobierno que «no los dejen morir».

«Los queremos de vuelta», gritaron los manifestantes que lanzaron globos blancos al cielo en honor de las víctimas. EFE

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