Quito planea celebración para conmemorar 40 años como Patrimonio Cultural

Ciudad de Quito, capital de los ecuatorianos.

Quito (EFE).- La capital ecuatoriana, Quito, se engalanará y se vestirá de luces para celebrar los 40 años de su declaratoria como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, una distinción que enmarca a su centro histórico, considerado como uno de los mejor conservados de la región.

Aunque aún faltan cinco meses (8 de septiembre) para el 40 aniversario de la ciudad, la Alcaldía acelera el paso en los planes de preservación y embellecimiento del centro histórico de Quito, una ciudad que tiene en su diversidad la mayor riqueza, según su alcalde, Mauricio Rodas.

«Quito es una mezcla maravillosa de cosas. Reúne desde lo más hermoso de nuestro patrimonio histórico hasta la más extraordinaria diversidad natural en sus alrededores», dice a Efe el alcalde.

Para él, el aniversario de la designación de Quito, en 1978, como primera ciudad patrimonio cultural en el mundo es una «oportunidad maravillosa para relanzar» el centro histórico.

Y, por ello, el plan de preservación y embellecimiento del casco colonial no solo busca conservar de manera adecuada los tesoros patrimoniales sino dinamizar al sitio con, por ejemplo, planes de peatonización, ahora en camino.

«Retirar vehículos de las calzadas contribuye a reducir los niveles de contaminación ambiental, y de vibración que generaban los vehículos afectando a las edificaciones patrimoniales», anota al agregar que la peatonización estimula la actividad comercial y el turismo.

Entre los atributos arquitectónicos y culturales de la ciudad figuran los cerca de 5.000 bienes inmuebles inventariados en el Quito colonial, treinta iglesias y conventos, museos, monumentos, plazas e incluso entidades estatales, como el palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, que está en el corazón mismo del centro histórico y es abierta al público para recorridos guiados.

Joyas del barroco, como la iglesia de la Compañía de Jesús, que tardó 160 años en ser edificada, o del estilo gótico, como la Basílica, en construcción desde hace más de un siglo, son algunos de los monumentos más enigmáticos del casco colonial que se vestirá de gala…y de luces.

Es que el ayuntamiento prepara la tercera edición de la Fiesta de la Luz -que en 2017 congregó a 2,1 millones de personas-, y que en agosto próximo llenará de color unos veinte espacios del centro histórico, entre ellos, la plaza de la iglesia de San Francisco.

Y es que la Alcaldía ha decidido aprovechar que en la plaza de San Francisco se reincorporaron este año las 107.695 piedras retiradas para la construcción subterránea de una estación del metro (que se prevé funcione en 2020), y pintar con luces la zona entre el 8 y el 12 de agosto.

La fiesta de la luz de Quito, la segunda en importancia a nivel mundial, después de la de Lyon (Francia), según el alcalde, representa «una activación cultural enorme que promueve la reapropiación del centro histórico y es un símbolo de la ciudad» para atraer el turismo.

«Toda la fiesta de la luz del presente año versará en torno al concepto patrimonial», a propósito de los 40 años como patrimonio, comenta al señalar que el festejo también incluye planes de limpieza del casco colonial, el combate a las pintadas vandálicas y restauración de fachadas.

Calcula que hasta agosto próximo se hayan pintado alrededor de 1.500 fachadas y anuncia que definirán espacios donde los artistas plasmen su arte urbano.

El plan de obras incluye la rehabilitación vial, iluminación, la intervención en siete escalinatas, trabajos de restauración en iglesias y la integración de plazas a actividades culturales y artísticas, entre otros.

«Queremos devolverle el arte a las calles, al espacio público del centro histórico para dinamizarlo, darle alegría y color», comenta al adelantar que prevén acreditar artistas callejeros y definir espacios para que desplieguen su arte.

Y lo ambiental no ha escapado de los planes del alcalde pues trabajan para que Quito llegue a 2020 con un centro histórico libre de transporte público contaminante, señala quien quiere aprovechar el 40 aniversario para que la gente «se apropie del centro histórico». EFE (I)

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