¿Indemnización=coimas?

La muy conveniente zoquetada de que el monto de los perjuicios que se causa al Estado cuando se recibe coimas para entregar contratos, es igual al de las coimas… No al del sobreprecio, pérdidas por retrasos, mala calidad, etc. Ni media palabra hay sobre esto en el pedido de interpelación, que incluye en cambio temas sin importancia como que el exprocurador no iba personalmente a las audiencias.

No es para nada broma que la Procuraduría del Estado, bajo el mando de García Carrión, tuvo la tesis de que las coimas son sinónimo de daño a indemnizar. Esa fue su postura en los casos de Odebrecht relacionados con el exvicepresidente Jorge Glas y el exministro Alecsey Mosquera. En ambos, la indemnización complacientemente reclamada fue por un valor igualito al de las coimas en juego. No se requiere de mayor explicación para entender lo espurio de semejante tesis. Pero que nada menos que un procurador del Estado la sostenga en actuaciones oficiales resulta absolutamente intolerable. Y más aún cuando, que yo conozca al menos, nadie hasta ahora se ha atrevido a decir que García Carrión sea hombre tonto.

Tanto sabía el exprocurador que en los casos de corrupción el daño al Estado no equivale a las coimas, que con oficio del 28 de julio de 2017, antes de cambiar su tesis, informó a la Asamblea que en esa época ya habían sido dispuestas por la Fiscalía General las “pericias contables financieras [para] determinar con exactitud los presuntos perjuicios causados al Estado” en el caso Odebrecht. Si se contrata peritajes no es para la simpleza de que se pongan a sumar montos de sobornos. ¿Capito?

Sobre esto debiera concentrarse el juicio político, y no en necedades como aquello de delegar la defensa del Estado en subalternos, por estar dedicado al famoseo. A fin de cuentas, en verdad daba lo mismo.

Vistas las acusaciones que la asambleísta Mae Montaño ha hecho en su reciente solicitud de juicio político al exprocurador del Estado, Diego García Carrión, es patente que hay un tema feo, muy feo, que la legisladora ha pasado totalmente por alto: la muy conveniente zoquetada de que el monto de los perjuicios que se causa al Estado cuando se recibe coimas para entregar contratos, es igual al de las coimas… No al del sobreprecio, pérdidas por retrasos, mala calidad, etc. Ni media palabra hay sobre esto en el pedido de interpelación, que incluye en cambio temas sin importancia como que el exprocurador no iba personalmente a las audiencias.

No es para nada broma que la Procuraduría del Estado, bajo el mando de García Carrión, tuvo la tesis de que las coimas son sinónimo de daño a indemnizar. Esa fue su postura en los casos de Odebrecht relacionados con el exvicepresidente Jorge Glas y el exministro Alecsey Mosquera. En ambos, la indemnización complacientemente reclamada fue por un valor igualito al de las coimas en juego. No se requiere de mayor explicación para entender lo espurio de semejante tesis. Pero que nada menos que un procurador del Estado la sostenga en actuaciones oficiales resulta absolutamente intolerable. Y más aún cuando, que yo conozca al menos, nadie hasta ahora se ha atrevido a decir que García Carrión sea hombre tonto.

Tanto sabía el exprocurador que en los casos de corrupción el daño al Estado no equivale a las coimas, que con oficio del 28 de julio de 2017, antes de cambiar su tesis, informó a la Asamblea que en esa época ya habían sido dispuestas por la Fiscalía General las “pericias contables financieras [para] determinar con exactitud los presuntos perjuicios causados al Estado” en el caso Odebrecht. Si se contrata peritajes no es para la simpleza de que se pongan a sumar montos de sobornos. ¿Capito?

Sobre esto debiera concentrarse el juicio político, y no en necedades como aquello de delegar la defensa del Estado en subalternos, por estar dedicado al famoseo. A fin de cuentas, en verdad daba lo mismo.

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