Mission: Impossible – Fallout

Carlos Jijón Jurado
Guayaquil, Ecuador

Ver una mala película de acción es una experiencia profundamente extraña. Estás viendo todo tipo de cosas que, si las vivieras en la vida real, serían bastante emocionantes, pero por alguna razón no crean emoción alguna en ti. Y creo que se puede decir esto de muchas de las cintas del género que salen en los cines hoy en día, pero no puedes decirlo de la nueva entrega de Misión Imposible. Estoy seguro de que ver esa película en una pantalla grande libera en tu cuerpo la misma cantidad de adrenalina que ser arrojado de un edificio.

Se llama Mission: Impossible–Fallout (dirigida por Christopher McQuarrie, protagonizada por Tom Cruise, bla, bla, bla) y es una de las películas de acción más espectaculares que he visto quizá en mi vida.

Ya es conocido que esta serie tiene muy buena acción. La cuarta entrega, Ghost Protocol, está en mi lista selecta de “películas de acción de puta madre” por una escena que incluye a Tom Cruise trepando el edificio más alto del mundo, pero Fallout no queda satisfecha con nada y le sube la intensidad incluso a eso. Aquí tenemos algunas de las secuencias de acción más viscerales y realistas que haya visto en el cine. Hay una escena en la que Cruise salta de un avión que se filmó con el actor SALTANDO DE UN PUTO AVIÓN. Hay otra en la que salta de un edificio a otro y una en la que persigue a alguien en un helicóptero. Y hay películas en las que dirás ‘no es la gran cosa’ pero aquí sí es positivamente la gran cosa. Hay una dimensión de tangibilidad y realismo que hace que todas las otras películas del género se vean terriblemente conservadoras en comparación

Y creo que ese nivel de acción hubiera sido suficiente para que recomendara la cinta, pero Fallout también se pasa con su trama y personajes. En serio hace años no veía tal dedicación en la historia de una película de este tipo. La premisa es lo suficientemente simple (el agente Ethan Hunt tiene que detener a un grupo terrorista que quiere hacer cosas malas), pero se vuelve notablemente meticulosa en los detalles. Hunt tiene que lidiar no solo con los ya mencionados terroristas, sino con mentes maestras criminales, miembros del gobierno que creen que no puede hacer su trabajo, rivales de la CIA y más de un par de individuos misteriosos. Trataría de ser más específico pero no le haría justicia. Hay tanta historia que estás obligado a poner atención para no perderte.

Y podría seguir, pero creo que dejé mi punto claro. Mission: Impossible – Fallout es grandiosa y debes verla (siempre y cuando no tomes café antes de entrar a la sala, podrías morir).

Más relacionadas