Escepticismo entre rebeldes por contactos turco-rusos ante ofensiva en Idleb

Los grupos opositores al Gobierno sirio se muestran escépticos sobre la posibilidad de que los contactos entre Rusia y Turquía solucionen la situación de la población civil en la provincia siria de Idleb ante la ofensiva de Damasco sobre el último gran bastión insurgente en Siria.

«El futuro de Idleb será igual que el de otras provincias sirias, el régimen (sirio) entrará y lo destrozará todo. No va a tener en cuenta las negociaciones entre Rusia y Turquía, la provincia será atacada», indicó a Efe el general Jaled Haius, uno de los comandantes del grupo opositor Ejército Libre Sirio (ELS).

Según Haius, los milicianos opositores tendrán que rendirse y «aceptar la reconciliación» o «marcharse a Turquía».

Por su parte, Anmar Salamo, voluntario de la Defensa Civil siria en Idleb, conocidos también como los «cascos blancos», aseguró a Efe en una conversación telefónica que en la provincia de Idleb hay unas tres millones de personas que se encuentran en «peligro».

«Los civiles no tienen adónde ir, excepto a Turquía, pero esta ha cerrado su frontera», afirmó.

La Defensa Civil siria está formada por voluntarios que desarrollan labores de rescate en zonas fuera del control del Gobierno sirio.

Salamo explicó que la población de Idleb no confía en ninguna de las partes implicadas en la contienda y que simplemente se encuentra «esperando su destino».

«El régimen (sirio) está apoyado por grandes países como Rusia e Irán. Idleb caerá si hay un ataque. Creíamos que Alepo aguantaría, que Deraa aguantaría. Y al final cayeron», dijo el voluntario.

Salamo se pregunta qué ocurrirá con los civiles que están repartidos en los diferentes campos de desplazados en la región fronteriza con Turquía y con los opositores que se negaron a quedarse en las zonas conquistadas por el Gobierno si las tropas sirias y aliadas lanzan finalmente la ofensiva contra la provincia.

Por su parte, el portavoz de la Alianza Nacional para la Liberación, integrada principalmente por facciones que actúan bajo el paraguas del ELS, Nayi Abu Huzaifa, declaró a Efe que las negociaciones entre Rusia y Turquía son solo un «movimiento político».

«No podemos fiarnos de Rusia, que siempre ataca los lugares en los que se encuentran los civiles con la excusa del yihadismo», remachó.

Los ministros de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y turco, Mevlüt Çavusoglu, se reunieron ayer en Ankara para tratar el futuro de esa región siria fronteriza con Turquía, donde se encuentran prácticamente todos los insurgentes que han sido evacuados del resto de bastiones rebeldes del país.

Lavrov señaló ayer que la situación de Idleb es más complicada que en otras zonas, especialmente por la agresividad del islamista Frente Al Nusra -antigua denominación de la filial siria de Al Qaeda- y defendió el derecho del Ejército sirio a combatirlo, incluso pese a que se trata de una zona de distensión bajo la responsabilidad de Turquía.

Turquía y Rusia, junto a Irán, participan en el llamado proceso de Astaná para lograr una solución negociada al conflicto en Siria, pese a que Moscú y Teherán son leales al Gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad.

Mientras Ankara protege a la oposición siria en esa provincia, por lo que se prevé una dura negociación en la que Moscú intentará convencer a Turquía para que no ponga obstáculos a que Damasco recupere el control sobre la región.

En paralelo a las rondas de negociaciones y un posible acuerdo, los combates entre las facciones opositoras y el Ejército sirio continúan en la zona.

El pasado fin de semana, aviones y helicópteros del Ejército de Al Asad bombardearon varias localidades de la provincia, lo que causó la muerte de una decena de personas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. EFE

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