
El partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors que debía disputarse este sábado a las 17.00 horas (20.00 GMT) se postergó una hora por la agresión que sufrieron los jugadores del xeneize cuando arribaron al estadio.
«Debido a los hechos sucedidos con el bus del Club Boca Juniors, el partido ha sido postergado hasta las 18:00 horas», publicó la Conmebol en su cuenta de Twitter.
Desde Boca ya le informaron a River y a Conmebol que no están en condiciones de jugar el partido: Pablo Pérez, capitán de Boca Juniors, se retiró del vestuario para ser trasladado a una clínica tras la agresión que sufrió el autobús que llevaba al equipo al estadio Monumental para jugar ante River Plate el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores.
Pablo Pérez sufrió un corte en el brazo y algunas astillas habrían afectado a sus ojos.
Asimismo, sus compañeros Carlos Tevez y Agustín Almendra no están en condiciones de disputar la final debido a las agresiones.
Según lo han informado fuentes allegadas a Boca, Almendra tiene varios cortes en el cuerpo y Tevez ha vomitado varias veces en el vestuario, como consecuencia del gas pimienta que las autoridades lanzaron para dispersar a los fanáticos que violentaron el autobús.
Todo indica que pese a la intención de Conmebol de querer jugar más tarde, la Superfinal no se jugaría hoy, según informa el sitio de Clarín.
El autobús del equipo visitante fue atacado por hinchas de River Plate que lanzaron proyectiles y rompieron los vidrios.
La policía lanzó entonces gases lacrimógenos que afectaron a los jugadores, según revelaron los directivos del equipo visitante.
Desde Boca Juniors alegaron que los jugadores estás lastimados y que no se puede garantizar su seguridad. EFE


