Guacho, el líder del grupo criminal ‘Oliver Sinisterra’, murió mientras negociaba el envío de tres toneladas de cocaína a México. Estaba acompañado de alias Pitufo, su segundo al mando, y unas ocho personas más cuando recibió el disparo de un francotirador que lo mató.
Según información del diario El Tiempo, el operativo de las Fuerzas Armadas colombianas se vio complicado debido a las extremas medidas que tomaba Guacho para protegerse. Estas fueron adoptadas por el criminal después de que este fue herido en septiembre durante un operativo colombiano.
La fuente citada por El Tiempo afirma que Guacho se volvió paranoico tras casi perder la vida y empezó a ordenar la muerte de cualquier persona que él sospeche podía ponerlo en peligro. Sus precauciones también incluían cambiar de celular cada dos días, estar constantemente acompañado y recurrir a disfraces. La inteligencia recolectada por Colombia sugiere que a principios de diciembre, Guacho entró a Ecuador con ropa de mujer y que en ocasiones se vestía con overol y casco para hacerse pasar por constructor.
Pese a estas medidas, el gobierno colombiano fue capaz de dar con su paradero gracias a que intervino la línea de un narcotraficante de Cali con el que Guacho negociaba. Con la información que obtuvieron pudieron triangular la ubicación de un cristalizadero de coca donde los criminales podrían ser encontrados. Un comando especial fue enviado al lugar y, una vez que se confirmó la identidad del objetivo, dos tiradores procedieron a disparar contra Guacho, matándolo inmediatamente. Alias Pitufo también fue abatido de un disparo mientras que el resto de hombres acompañándolos escapó.
‘Guacho‘ era el alias de Walter Patricio Arizala, ecuatoriano que formó parte de las FARC y fundó su propio grupo delictivo cuando la guerrilla fue desmantelada. La banda que lideraba era conformada por unas 180 personas y se dedicaba al narcotráfico, enviando drogas a Centroamérica y Estados Unidos.
El exguerrillero tenía 29 años cuando murió y llegó a ser el hombre más buscado en Ecuador y Colombia. Ambos gobiernos llegaron a ofrecer una recompensa de 248.000 dólares por información acerca de su paradero. Este llegó a ser principalmente conocido por varios atentados que realizó en la frontera de ambos países, así como por el secuestro y posterior asesinato de cinco civiles ecuatorianos. Estos fueron una pareja, Óscar Villacís y Katy Velasco, y un equipo periodístico de diario El Comercio que consistía en el periodista Javier Ortega, el fotógrafo Paúl Rivas y el conductor Efraín Segarra. (I)