La lucha del revolucionario Marighella cierra los estrenos de la Berlinale

"Marighella" en el Festival de Cine de Berlín que se celebra en Berlín (Alemania). EFE/

Berlín.- El director y actor brasileño Wagner Moura lleva hoy a la Berlinale su retrato personal de Carlos Marighella, político, revolucionario y uno de lo principales organizadores de la lucha armada contra la dictadura, un filme que cobra aún más importancia en la situación actual en Brasil.

«No estamos sugiriendo que la gente se alce en armas, pero tampoco juzgamos a los que pensaron que era lo mejor que se podía hacer» en un momento en el que los derechos civiles estaban siendo violados, dijo el cineasta en rueda de prensa.

El filme, «Marighella», ópera prima de Moura, aborda en más de dos horas y media los últimos cinco años de vida del escritor, político y guerrillero, de 1964 hasta su violenta muerte en una emboscada en 1969.

Los intentos de Marighella por convencer al pueblo de la necesidad de un levantamiento se enfrentan a la censura por parte del Estado, que hace todo lo posible por acallar y minimizar hacia afuera las acciones del grupo guerrillero.

La defensa de la dignidad y la justicia desemboca en violencia y terrorismo y Marighella se convierte en enemigo público número uno.

«El paralelismo entre el golpe de estado del 64 y lo que ocurre hoy en Brasil para mí es realmente claro», dijo Moura.

Marighella, negro, revolucionario, fue asesinado por fuerzas del Estado en 1969 en su coche y, cincuenta años más tarde, una concejala negr, murió de la misma manera a manos, probablemente, de agentes del Estado, dijo al referirse a Marielle Franco.

«El Estado brasileño es racista», la violencia hace cincuenta años es la misma que se emplea hoy contra la población de las favelas y «la Policía no está entrenada para proteger a los ciudadanos, sino al Estado, y el Estado decide quiénes son los enemigos», afirmó.

Por eso, la lucha y la resistencia de hace cincuenta años no es muy diferente a la que es necesaria hoy en Brasil, consideró.

En el país «hay un genocidio contra los negros, a los indígenas les quitan las tierras y tenemos un presidente abiertamente homófobo y racista, y Brasil lo eligió», denunció, al referirse a Jair Bolsonaro.

Este filme no pretende ser una respuesta a ningún gobierno específico, sino que cuenta que existió una dictadura que fue «horrible» y que hubo gente «lo suficientemente valiente» para enfrentarse a ella, subrayó.

El filme está «lleno de contradicciones humanas», porque el mismo Marighella no fue un «superhéroe», sino un ser humano también «complejo», afirmó.

Es una película «híbrida» en lo que a géneros se refiere, atrapa al espectador y la tensión no dista de una película de acción; Moura no escatima en escenas de violencia, aunque ejemplos de tortura explícita no hay más que uno en todo el filme.

También habla de sacrificio, -«todos los personajes se están sacrificando por algo»- y, en ese sentido, de generosidad.

Para el actor Seu Jorge, que encarna a Marighella, fue «un honor», pero al mismo tiempo «difícil» interpretar a un hombre tan «potente», de los que «no dan marcha atrás en sus decisiones», dijo.

«No creo en las armas, creo en la paz», pero a veces hay que luchar, puntualizó.

Quizás esta película contribuya a que la gente se interese e investigue sobre la historia de su país, dijo, al tiempo que subrayó la necesidad de conservar la democracia.

«Si seguimos en una democracia, continuaremos teniendo una oportunidad de cambio», dijo.

Para el actor Bruno Gagliasso, que interpreta a Lúcio, el hombre para el que todos los métodos son válidos para acabar con Marighella, el mayor desafío fue encontrar la parte humana de ese «monstruo» que es su personaje.

Fue difícil para él actuar con tanto odio hacia Marighella, porque su hija es negra y también le ha tocado sufrir, por lo que sabe lo importante que es este filme para su futuro, dijo el actor en un momento especialmente emotivo de la rueda de prensa.

Según Humberto Carrao, Humberto también en el filme, «mucha gente en Brasil quiere a Marighella», pero muchos otros ni le conocen, porque no se habla de la revolución negra, sino sólo de la francesa.

«Marighella» se convirtió hoy en la principal proyección del día, junto a «Amazing Grace», después de que el filme chino «One Second», de Zhang Yimou, quedara excluido en último momento de la competición por supuestos «problemas técnicos en la postproducción». EFE

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