ONU pide mantener fronteras abiertas tras restricciones de Perú a venezolanos

Migrantes venezolanos llegan este miércoles al puente de Rumichaca, en la frontera de Ecuador con Colombia. Autoridades ecuatorianas advirtieron este miércoles de un aumento del flujo de migrantes venezolanos en el puente de Rumichaca, en la frontera con Colombia, para cruzar el país hasta Perú, antes que entre en vigor la exigencia de visado que Lima les pedirá desde el próximo sábado. EFE/José Jácome

La ONU pidió hoy mantener las fronteras abiertas para los venezolanos que salen de su país, preocupada por que algunos gobiernos opten por imitar a Perú, que recientemente impuso el requisito de un visado humanitario para permitirles la entrada en su territorio, una medida cuyo impacto está por verse.

«Perú está superado por la presencia de los venezolanos y tiene toda mi simpatía por ello, ya que los ha recibido de una manera extraordinaria; pero hemos urgido a todos, a Colombia, Ecuador y Brasil, a mantener sus fronteras abiertas, porque estas personas realmente necesitan protección», invocó el alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi.

La crisis en Venezuela acaparó buena parte de la conferencia de prensa ofrecida por Grandi con ocasión de la publicación de un informe que detalla las últimas tendencias del desplazamiento forzado en el mundo y que aparece la víspera del Día Mundial de los Refugiados, el 20 de junio.

En cuanto al requisito de visado humanitario establecido por el Gobierno peruano, el alto comisionado, al tiempo que encomió los esfuerzos y recursos puestos a disposición por Perú para recibir a los inmigrantes venezolanos, también consideró que se trata de una condición de entrada «que la gente no puede cumplir».

«El riesgo es que Perú impone un requisito que la gente no puede cumplir, como tener una visa, porque sólo podrían obtenerla en Venezuela, lo que es imposible, o en Colombia o Ecuador, lo que sería difícil», afirmó.

«Pedir a gente que son como refugiados que tengan un visado no tiene mucho sentido, son gente que está huyendo, así que para ellos es difícil obtener documentos de su propio país o gobierno», insistió.

Según la información más reciente proporcionada conjuntamente por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de cuatro millones de venezolanos han abandonado su país desde 2015, la gran mayoría de los cuales se encuentran en países cercanos.

El primer país receptor es Colombia, que ha recibido a más de un millón de venezolanos, seguido por Perú, con unos 800.000, según cifras oficiales.

Grandi dijo que también preocupa que la medida adoptada por Perú para frenar la migración venezolana cause una situación de «embotellamiento» en países que están en la ruta de Venezuela a Perú -Colombia y Ecuador– y que esto les lleve a imponer el mismo requisito del visado.

Sin embargo, la ONU no cuenta actualmente con ninguna indicación de que otros países estén estudiando dar tal paso.

El alto comisionado comparó la situación con lo ocurrido durante la crisis migratoria de 2015 en Europa, «cuando una frontera se cerraba después de la otra» y el primer país de llegada -Grecia en ese caso, y Colombia ahora- no podía soportar el peso migratorio.

«Sé que les pedimos mucho, pero invoco a los países, es mi deber, que mantengan las fronteras abiertas», repitió Grandi dirigiéndose en particular a los países que están soportando la mayor carga de refugiados y migrantes venezolanos, para los que pidió que la solidaridad internacional se refleje en recursos.

El plan humanitario conjunto lanzado el pasado mes de diciembre por ACNUR y OIM requería una financiación de 737 millones de dólares para cubrir las necesidades básicas y los programas de registro de los venezolanos en la región, de los que hasta ahora se han recaudado solo entre el 20 y el 30 %.

«Los países necesitan ayuda para reforzar sus sistemas de salud, de educación y sus economías locales porque los venezolanos no viven en campamentos. Ellos han sido recibidos con los brazos abiertos, los niños van a la escuela y a los centros de salud, pero sin ayuda (externa) estos servicios cederán bajo la presión», advirtió Grandi.

Ante la total incertidumbre sobre cuánto más se prolongará la crisis en Venezuela, Grandi prefirió no hacer cálculos públicos sobre la cifra que alcanzarán los migrantes de este país en los próximos meses.

De lo que los organismos de la ONU sí están seguros es de que, mientras no haya una solución política en Venezuela, el éxodo continuará. EFE

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