El Delfín eliminó este miércoles al favorito Barcelona, al que goleó por 3-0 en el partido de vuelta por semifinales de la Copa Ecuador, y su rival en la final saldrá del ganador del partido entre Emelec y Liga de Quito.
Los goles de Delfín fueron del centrocampista Edison Caicedo, de cabeza en el minuto 15; del goleador Carlos Garcés, de penalti, a los 83, y con golpe de cabeza, al minuto 85.
Barcelona salió al campo de juego con el marcador favorable por 4-1, fruto del partido de ida disputado el pasado 3 de octubre en Guayaquil, por lo que Delfín hizo lo justo para asegurarse la clasificación.
Barcelona dio muestras de sentirse clasificado por la ventaja con que llegó al partido de hoy, desperdició varias ocasiones de gol, de manera especial sus goleadores, Fidel Martínez y el uruguayo Jonathan Álvez.
El primer gol de Delfín llegó, tras un tiro de esquina del argentino López, para el remate con golpe de cabeza de Caicedo, que apenas desvió la trayectoria del balón hacia el otro extremo del arco de Máximo Banguera.
El Delfín presionó cerca de la zona barcelonista, insistió con centros, de manera especial, desde el costado derecho, que ocasionaron dificultades al sistema defensivo contrario.
Barcelona salió en busca del empate desde la reanudación del partido, y el goleador uruguayo remató a un costado del arco, tras una gran jugada que se fabricó dentro del área contraria.
El atacante Fidel Martínez también se perdió el tanto del empate, quedó frente al arco, pero con la presión de dos defensas, remató sobre el arco, al minuto 46.
Delfín sufrió la expulsión de su técnico, el argentino Fabián Bustos, por reclamos indebidos al árbitro, Diego Lara, al minuto 70.
La mejor oportunidad de gol de Barcelona, se la perdió el atacante Álvez, que solo no supo qué hacer ante el portero Pedro Ortiz, que se apoderó del balón, en el minuto 73.
Delfín aumentó la ventaja con tanto del goleador Garcés, a través de un tiro penalti, a los 83.
Y el mismo Garcés repitió y anoto su segundo tanto, con golpe de cabeza, al minuto 85, luego de un centro preciso del argentino López. EFE