«Les echan gas del bueno y los meten presos»

Alberto Molina

Alberto Molina Flores

Guayaquil, Ecuador

La orden del dictador de Venezuela Hugo Chavéz a la policía para que repriman a los manifestantes venezolanos que reclamaban por trabajo, seguridad, comida, libertad, etc. Ahora en el Ecuador después de destruir la ciudad de Quito, incendiar la Contraloría y Teleamazonas, propiciar saqueos, incendiar vehículos militares, tomar como rehenes a militares, policías y periodistas y agredirles y humillarles; tomarse la Asamblea, intentar tomarse un cuartel militar. Usar cohetes artesanales, lanzar bombas molotov; cortar el agua a poblaciones; impedir a los bomberos, ambulancias y socorristas acudir a las emergencias, realizar saqueos. Los responsables de estos actos repudiables «denuncian las agresiones» de los militares y policías contra los «pacíficos» manifestantes.

Pedir a las Fuerzas Armadas que «quiten el apoyo al patojo de mierda», ordenar que cierren los pozos petroleros, anunciar que van a organizar un ejército de los indígenas, quienes vociferaron todo esto, ahora, cobardemente no asumen sus responsabilidades y denuncian que son perseguidos políticos. Declararon el «estado de excepción en ‘sus’ territorios» y amenazaron con tomarles presos a los militares y policías que entren a «sus» territorios.

Ahora, presentan unas medidas económicas para ser «aprobadas» por la Asamblea, medidas trasnochadas, asesoradas por un talibán de la economía y amenazan con volver a caotizar el pais si no son aprobadas.

Los irresponsables cabecillas del 7 % de la población del Ecuador hablan a nombre de los 16 millones de ecuatorianos.

Sería nefasto que el presidente de la República no se faja los pantalones y si las autoridades no actúan y no aplican en forma estricta la ley y no son sancionados los responsables de estos actos propios del vandalismo y del terrorismo urbano.

Actitudes de prepotencia, de dirigentes encumbrados en su vanidad, hacen daño a la convivencia social y reviven, por desgracia, enconos de carácter racial que habíamos olvidado.

¿Qué reacción hubiera habido, si el presidente Moreno le contestaba al insulto procaz e irrespetuoso de Vargas y le decía «indio de mierda»?

Es hora de bajar las tensiones y buscar resolver los problemas económicos y sociales que subsisten en el pais y que se agravaron con el despilfarro, saqueo y corrupción del gobierno nefasto de Correa. Sería terrible para el país dejar de sancionar a los responsables de los latrocinios cometidos en los días terror vividos por los ecuatorianos y en especial por los quiteños.

Más relacionadas