Guayaquil, Ecuador
El «Foro de Sao Paulo«, ese club de terroristas, narcotraficantes, dictadores, subversivos; se ha mimetizado con el nombre de «Grupo de Puebla» (la misma jeringa con distinto bitoque) y quieren entrar como el Caballo de Troya a la ciudadanía como ya lo hicieron en varios países: Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, amén de Venezuela y Cuba (la dictadura perpetua).
El resultado fue dinamitar la democracia, corromper a la sociedad, amordazar a la prensa libre, judicializar la protesta social, encarcelar a los dirigentes que se oponen al autoritarismo, debilitar a las Fuerzas Armadas, corrompiéndolas; cooptar la justicia, saquear impunemente las arcas estatales, perennizarse en el poder; organizar hordas de maleantes para reprimir brutalmente a las protestas sociales.
En síntesis: sumir a los pueblos en la más absoluta pobreza, destruir la capacidad de reacción y la voluntad de lucha de la sociedad y gobernar a punta de garrote.
Los ejemplos son patéticos: Cuba y su dictadura que va a cumplir 61 años, un pueblo que vive en la miseria, carente de todo, hasta de la esperanza. Nicaragua, otra dictadura perpetua, Ortega y su estrafalaria mujer, gobiernan a sangre y fuego, es una dictadura más insoportable que la de la dinastía brutal de los Somoza. Venezuela, bajo la dictadura de Chávez, ahora la de un dictador ignorante y torpe como es Maduro, sostenida por unas Fuerzas Armadas, corrompidas y prostituidas, le han convertido, al otrora país más rico de la región, en el leproso de América. Bolivia, acaba de librarse de Evo Morales, una narco-dictadura, que intentó perpetuarse en el poder, dejando un país caotizado.
Uruguay, 15 años de gobierno de izquierda, acaba de perder su hegemonía, esperamos vientos frescos. Argentina, por desgracia, el gobierno de Macri, no pudo sacar a su pueblo del abismo que le dejó esa dinastía corrupta de los Kichnner; y volvieron «las obscuras golondrinas». «Un pueblo no tiene un gobierno que se merece, sino que se parece». El general Juan Domingo Perón solía decir: «Si el gobierno que nos antecede es peor que el nuestro, nos hace aparecer a nosotros como buenos».
Brasil, después de los gobiernos corruptos del llamado Partido de los Trabajadores, ha «parido» un engendro que no se sabe si es peor que los anteriores.
México, se ha convertido en una narco democracia, los niveles de la criminal violencia, especialmente de los cárteles de los narcos, se hace incontrolable. Ahora, México sirve de refugio de los delincuentes que han fugado de los países que los han saqueado.
Nuestro querido Ecuador, después de 10 años de represión y saqueo del gobierno de la llamada revolución ciudadana del prófugo Rafael Correa, pasa por una terapia intensiva, después de los días de octubre de brutal agresión a la sociedad; desgraciadamente no tenemos liderazgo y se gobierna a palo de ciego, con instituciones como la Asamblea, Consejo Nacional Electoral, Justicia, etc. que no generan confianza en el pueblo.
Colombia, no basta con los problemas internos atávicos, con Venezuela de mal vecino; ahora es otra de las víctimas, del caos, de la violencia y de los intentos de desestabilizar el legítimo gobierno constituido.
En estos días la comparsa del llamado «Grupo de Puebla» se apresta a reunirse y “visitar” Chile, con seguridad van a constatar «su obra», es decir, caos, destrucción y la democracia más estable de Latinoamérica, en estado de anorexia.
Después de observar esta panorámica social y política de nuestros atribulada Latinoamérica, debemos cobrar conciencia todos los ciudadanos amantes de la democracia de cada uno de nuestros países y asumir nuestras responsabilidades, luchar sin tregua por las libertades y la democracia y evitar que en nuestros países entre la contaminación corrosiva y subversiva de la corrupción y de las dictaduras que quieren perpetuarse en el poder.