Reino Unido dice que nunca prometió no extraditar a Assange a un país con pena de muerte

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a su llegada este jueves a la Corte de Magistrados de Westminster en Londres (Reino Unido) tras su detención. El arresto este jueves de Assange respondió a una petición de extradición de EE.UU., así como al hecho de haber violado las condiciones de libertad condicional en 2012, informó Scotland Yard. EFE/ Stringer

El Reino Unido nunca prometió que no extraditaría al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a un país con pena de muerte, afirmó este martes en Quito Simon McDonald, subsecretario permanente del Ministerio de Relaciones Exteriores del país europeo.

«Nunca dijimos que no extraditaríamos a Assange a un país que tenga pena de muerte. Lo que sí dijimos es que nunca extraditaríamos al Sr. Assange si existía peligro de que afrontara una pena de muerte», afirmó el alto funcionario británico sobre la posibilidad de que el activista sea extraditado a Estados Unidos.

McDonald hizo las afirmaciones en una rueda de prensa en Quito junto al canciller ecuatoriano José Valencia, y tras haberse reunido con el presidente Lenín Moreno.

Ante una pregunta de Efe sobre la posible extradición, el diplomático británico consideró necesario «corregir» la que hasta ahora se creía era la promesa que su país había hecho a Ecuador.

En abril pasado, cuando Quito puso fin a un asilo de casi siete años en su legación diplomática en Londres, el Gobierno de Moreno aseguró tener dos cartas de compromiso de Gran Bretaña acerca de que no sería extraditado a países «con pena de muerte», en clara alusión a Estados Unidos, que lo requiere por revelar secretos militares y diplomáticos a través de Wikileaks.

McDonald precisó que, desde el punto de vista británico, el activista australiano podía estar ya libre, pero que Estados Unidos emitió contra él una petición de extradición que «está siendo considerada» y que se verá en las «próximas semanas».

Y recordó que la de no poner en riesgo la vida de una persona extraditada es ya «una larga política del Reino Unido».

El pasado viernes Assange fue trasladado del ala médica de la cárcel de Belmarsh, al sureste de Londres, donde estaba recluido en solitario, a otra área carcelaria con otros reclusos.

El activista, de 48 años, lleva preso en ese centro penitenciario de alta seguridad desde el pasado abril, cuando fue detenido por agentes británicos poco después de que el presidente ecuatoriano zanjara el asilo diplomático del que gozaba el australiano desde 2012.

Assange está pendiente del arranque, el próximo mes, del juicio de extradición a Estados Unidos, que le reclama por cargos que podrían suponer una condena de hasta 170 años de prisión.

Entre ellos, Estados Unidos pide su entrega por los miles de documentos secretos que colgó el portal de internet y por delitos de «conspiración» para infiltrarse en sistemas informáticos gubernamentales. EFE

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