El Gobierno surcoreano decidió hoy extender al resto del país una serie de restricciones en cuanto al distanciamiento interpersonal que había aplicado previamente a Seúl y sus alrededores, debido al preocupante aumento en el número de casos de COVID-19.
Estas restricciones, que se corresponden con el nivel 2 de una escala de tres, suponen el cierre de espacios públicos y estadios deportivos, y la reducción de alumnos en las aulas hasta un tercio del total.
Además, se ordena el cierre de clubs, cafés y salas de karaoke, así como la cancelación de los servicios religiosos de los domingos, a la vez que quedan prohibidas las reuniones de más de 50 personas en recintos internos y de cien en externos.
Estas medidas fueron impuestas originalmente en Corea del Sur cuando la pandemia de coronavirus comenzó a afectar al país y restauradas para Seúl y sus alrededores a mediados de este mes.
La decisión de aplicar restricciones a nivel nacional fue anunciada por el ministro de Salud, Park Neung-hoo, teniendo en cuenta que el país se encuentra en un “punto crítico” en la expansión de COVID-19.
Las autoridades surcoreanas informaron este sábado de que en las últimas 24 horas se reportaron 332 nuevos casos de coronavirus, elevando el total a 17.002, con 309 muertos. Es el nivel mayor diario de infecciones desde el 8 de marzo pasado.
Además, según informa la agencia local Yonhap, las diecisiete mayores ciudades del país anotaron al menos un caso de contagio por primera vez desde que el Gobierno de Seúl informó del primero, el 20 de enero pasado. EFE (I)