Perrita sigue esperando a su ama sin saber que falleció

Bianca, una perrita adoptada por una anciana en Tunuyán, en la región de Mendoza, Argentina, sigue esperando a su ama en la entrada de su negocio, sin saber que ella murió de un paro cardiaco. La historia se ha publicado en Twitter por los vecinos de la librería y se ha convertido en viral.

Eugenia era una querida vecina de Tunuyán. El 16 de septiembre se acostó a dormir con un libro en sus manos, como lo hacía todas las noches, pero no despertó. Falleció la madrugada del miércoles de un paro cardiorrespiratorio.

Esa mañana, Bianca, la perra de la octogenaria Eugenia, notó que algo andaba mal . Su dueña no abría el negocio como todos los días, nunca se demoraba. Bianca lleva cuatro días sentada sobre sus patas traseras y mirando hacia la esquina derecha, por donde todos los días aparecía su amiga.

Eugenia Franco era la propietaria de un histórico comercio del centro de Tunuyán. El negocio ofrecía productos de dos rubros muy distintos, farmacia y librería, y no tenía nombre. Sin embargo, todos los tunuyaninos sabían que en la esquina de Las Heras y San Martín encontrarían lo que buscaban.

Eugenia y Bianca caminaban todos los días las dos cuadras que separan su hogar del negocio. “Era una señora muy amigable y, sobre todo, muy querida por todos los vecinos”, dice muy segura Nerina, la joven contadora que viralizó la historia de la perrita que aguarda con resignación y una tristeza evidente a que su dueña llegue a darle de comer y acariciar su cabeza.

Nerina tenía una relación muy cercana con Eugenia, la joven tiene un negocio al lado de la “farmacia-librería” y admite que extrañará sus charlas diarias con su vecina comercial.

Eugenia Franco no tuvo hijos. Vivía solo a unos 200 metros del comercio de Las Heras y San Martín. “No tenía hijos pero sí muchos sobrinos que la amaban”, escribió uno de los sobrinos de Eugenia en la publicación viral.

Y agregó: “Para la tranquilidad de todos, la perrita tiene familia y la siguen alimentando los vecinos y mis primos”.

El comercio seguirá abierto. Los sobrinos continuarán atendiendo la “farmacia-librería” sin nombre más conocida del centro de Tunuyán. La perra Bianca sigue durmiendo bajo techo, con comida y afecto. Pero sigue esperando a Eugenia.

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