El covid, la emoción y la solidaridad marcan los Premios Princesa de Asturias

Oviedo (España).- El covid marcó este viernes la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias 2020, pues el acto se celebró sin público por vez primera en 40 años, pero sobre todo porque los discursos del rey Felipe VI y de los galardonados, entre ellos los sanitarios españoles, estuvieron cargados de emoción y solidaridad.

«Una pandemia que nos trajo y trae tanto sufrimiento, dolor, deshumanización y muerte, también nos ha recordado que la concordia solo se obtiene con el esfuerzo de todos a través de la solidaridad», dijo el el jefe de la unidad de cuidados intensivos del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, José Eugenio Guerrrero Sanz, entre lágrimas de algunos compañeros.

En la primera ola del coronavirus, los positivos de los sanitarios llegaron a suponer el 25 % del total de casos en España.

En representación de estos profesionales, Premio de la Concordia por su lucha en primera línea contra la enfermedad, el médico resaltó que es más importante que nunca cuidar la sanidad «e intentar mejorarla entre todos día a día», porque buen sistema sanitario ofrece seguridad en tiempos de incertidumbre y proporciona estabilidad y paz social.

ACTITUD HEROICA Y SOLIDARIA

Los sanitarios representan lo mejor de la sociedad española y son «el corazón de un país que en los peores momentos debe mantenerse unido», aseguró Felipe VI.

Alabó su sacrificio y actitud heroica y valiente, pues a pesar de trabajar «en muchas ocasiones con medios insuficientes», ponen en juego «todo su conocimiento, su experiencia e incluso sus propias vidas».

Recordó a los fallecidos y constató que la crisis sanitaria ha  mostrado las trascendencia de valores que deben regir la vida democrática: solidaridad, unión y afecto.

De la colaboración mutua, cree el rey de España, depende más que nunca el presente y el futuro de España, de Europa y de todo el mundo.

En el caso de España pidió «un gran esfuerzo nacional de entendimiento y de concordia» ante la situación que atraviesa por la pandemia, uno de los países más afectados, y defendió que todas las instituciones, incluida la Corona, sean responsables e íntegras.

Su hija Leonor, princesa de Asturias y heredera del trono de España, apeló en su intervención a la responsabilidad de los jóvenes ante la pandemia de coronavirus para protegerse y proteger a los demás y a la solidaridad de todos para hacer frente a las dificultades, con un recordó también para para los fallecidos, quienes la padecen la enfermedad y sus familiares.

En un mensaje grabado, el director general de la Alianza Mundial por la Vacunación (GAVI, por su sigla en inglés), Seth Berkley, afirmó que iniciativas como la que impulsa su organización, que busca «una solución verdaderamente global», es la «única manera de obtener una acceso rápido, justo y equitativo a las vacunas contra la covid para las personas de todos los países, sean ricos o pobres».

Berkley añadió que, desde hace 20 años, la «colaboración» es el secreto del éxito de GAVI (Premio de Cooperación Interrnacional) para conseguir vacunar a 820 millones de niños en los países menos favorecidos del mundo.

EL VALOR DE LA CULTURA

En presencia de la reina Letizia y la infanta Sofía y la asistencia de la reina emérita Sofía, la ceremenia se desarrolló en la antigua capilla del Hotel Reconquista de la ciudad de Oviedo (norte), con un aforo limitado a autoridades y los premiados en cinco de las ocho categorías, y no en el Teatro Campoamor, como es tradicional, que acogía habitualmente a 1.400 invitados.

Además de una representación de los sanitarios españoles, estuvo presente el piloto español de automovilismo Carlos Sainz (Premio de los Deportes), bicampeón mundial de rallys y tres veces ganador del Dakar, quien en una rueda de prensa previa subrayó la importancia de trabajar «en equipo», al margen de los egoísmos, para hacer frente a los envites de la crisis del nuevo coronavirus.

Asistieron también el matemático francés Emmanuel Candès (galardonado con el de Investigación junto con Yves Meyer, Ingrid Daubechies y Terence Tao); y Andrea Morricone, en nombre de su padre, el italiano Ennio Morricone, fallecido tras ser distinguido con el Premio Princesa de Asturias de las Artes junto con el también compositor norteamericano John Williams.

También recogieron personalmente el premio las directoras del Hay Festival para Latinoamérica, Cristina Fuentes La Roche, y España, María Sheila Cremaschi, certamen distinguido con el Premio de Comunicación y Humanidades junto a la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara (México), con más de tres décadas de existencia.

Los otros galardonados suplieron su ausencia con mensajes grabados, como la citada GAVI, el economista turco Dani Rodrik (Ciencias Sociales), John Williams (Artes) o la canadiense Anne Carson (Letras).

La cultura «es una inversión, nunca un gasto», señaló el presidente de la FIL de Guadalajara, Raúl Padillo, en un mensaje  emitido durante la ceremonia de entrega.

Instó a defender el valor fundamental del derecho a escribir y publicar sin restricciones, «con más razón frente a los gobiernos populistas» que ponen en riesgo la democracia. EFE

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