Se enciende Sendero Luminoso

Alberto Molina

Alberto Molina Flores

Guayaquil, Ecuador

Una carga explosiva siempre será un peligro, se requiere poner la mecha y que sea encendida para que se produzca la explosión. En octubre de 2019, Quito estuvo a merced de verdaderas hordas que destruyeron gran parte de la ciudad; secuestraron a periodistas, militares y policías, emplearon tácticas militares para atacar con armas artesanales, intentaron tomarse un cuartel militar, instaron a los militares para defenestrar al gobierno, hubo saqueos, destrucción de vehículos militares y un largo etcétera.

Se acaba de publicar un libro sobre los hechos vandálicos de octubre con la óptica sesgada de sus autores, Leonidas Iza, Andrés Tapia y Andrés Madrid, titulado: Estallido. La rebelión de octubre en el Ecuador. Leonidas Iza, es un dirigente indígena del ala más radical, admirador y fiel seguidor del peruano José Carlos Mariátegui (1895-1930); la mecha está puesta en el explosivo, sólo falta el encendido.

De los estudios se establece que Sendero Luminoso tuvo tres momentos en su proceso de Construcción, primero de1928 a 1960 donde se estableció el camino de José Carlos Mariátegui, político y pensador peruano, uno de los ideólogos marxistas latinoamericanos más influyentes del siglo XX, fundó el Partido Socialista del Perú que más tarde se convirtió en Partido Comunista Peruano (PCP), luego de su muerte en abril de 1930.

El segundo momento fue la etapa de Reconstrucción desde 1960 a 1979. Según Sendero Luminoso, el PCP fue reconstituido y devino en Partido Marxista-Leninista-Maoísta; en donde la vanguardia organizada del proletariado sería capaz de conducirlo a la conquista del poder.

Por último, la tercera etapa de la Dirección de la Guerra Prolongada que comenzó en 1980, donde el partido se encaminó a dirigir la «guerra popular» a partir del 17 de mayo de 1980.

Fue en el departamento andino de Ayacucho, de gran población indígena donde surgió Sendero Luminoso de la mano del profesor universitario Abimael Guzmán con una doctrina que buscaba imitar la revolución popular de China, mediante el empleo de la estrategia maoísta-guevarista de la Guerra de Guerrillas generalizada y Guerra de Movimientos que sostenían la Guerra Prolongada, para implantar en Perú, mediante la violencia y el terrorismo, un estado maoísta.

En la década de los 80, fueron los más activos de los grupos terroristas de Sendero Luminoso y del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru. Los atentados cometidos en el Perú por los grupos terroristas, en especial por  Sendero Luminoso, alcanzaron niveles superiores de criminalidad que merecieron el calificativo de genocida, nunca antes conocida en Latinoamérica, debido a que sus acciones criminales terminaron bañando de sangre al Perú.

Con la captura del líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán y condenado a prisión perpetua, terminó esta aventura de terror y muerte de este demencial grupo terrorista.

A propósito del libro de Leonidas Iza, el 25 de agosto, fue presentado en forma virtual al colectivo de ecuatorianos migrantes en Alemania que participa dentro del Bloque Latinoamericano; el activista argentino Hernán Ouviña, marxista de vocación, escribió: “Como es sabido, en la cosmovisión andina el Pachakuti involucra una doble significación: remite a un cambio de época de carácter integral, un giro, revuelta o trastocamiento espacio-temporal que puede implicar tanto catástrofe como renovación y discontinuidad; colapso o bien una inversión radical del orden existente. El libro Estallido: la rebelión de octubre en Ecuador nos habla acerca de esta doble posibilidad en ciernes. Por un lado, la amenaza certera del advenimiento de un mundo distópico, de contrarrevolución preventiva, estado de excepción permanente, proliferación de enfermedades, fascismo societal, degradación ecológica y extractivismo recargado; por el otro, la conciencia anticipatoria cifrada en la insurgencia popular, el autogobierno y el buen vivir. Frente a esta disyuntiva, no cabe sino apelar una vez más a la desmesura, para avivar la llama de la rebeldía y ayudar a parir aquello que no termina de (re)nacer. Porque a pesar del llanto por los caídos, los fuegos de octubre todavía resplandecen en nuestras pupilas”.

Se enciende Sendero Luminoso.

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