Las primeras dosis experimentales de 1.000 vacunas de COVID-19 de la farmacéutica chino-canadiense CanSino Biologics llegaron este fin de semana al sur mexicano.
El primer antídoto se aplicó en los laboratorios de la Red Osmo de Investigación Clínica en Oaxaca, capital del estado del mismo nombre, donde se recopilará información de las reacciones a la prueba en los voluntarios.
El director general de la Red Osmo, el médico Víctor Bohórquez, informó que este ensayo clínico corresponde a la última fase experimental para verificar la eficacia del fármaco.
“Los ensayos fase clínica fase 3 son la antesala para que el medicamento salga al mercado o ya se pueda aplicar a la población, siempre y cuando demuestre con este estudio que el medicamente es seguro, es eficaz y que no pone en riesgo a la población”, detalló a Efe el doctor.
La pandemia ha dejado casi 95.000 muertos y más de 955.000 casos en México, el cuarto país con más fallecidos y el décimo con más contagios acumulados, según la Universidad Johns Hopkins.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha apostado por un rápido acceso a la vacuna.
Su Gobierno presentó el mes pasado un ambicioso plan de adquisición de dosis que permitiría vacunar a más 116 millones de personas, 20 millones de ellas durante el primer trimestre de 2021.
Entre las empresas participantes está CanSino, que a nivel mundial realiza este ensayo clínico con 40.000 voluntarios, de los que 15.000 serán de México.
“Es una vacuna que está hecha de adenovirus, es otro virus que tiene el adenovirus recombinante, tiene la proteína del SARS-CoV-2, el virus del covid, una proteína que se llama spike que es la proteína por la cual se adhiere el SARS-CoV-2 al epitelio respiratorio», expuso la infectóloga Norma Rivera.
Por tres días se instalaron módulos de reclutamiento en el laboratorio y en el palacio municipal de Oaxaca, a donde llegaron más de 900 ciudadanos ansiosos por el antídoto.
“Viendo tantos recontagios que hay aquí en Oaxaca y por gente que ha fallecido y por familiares que han tenido esta enfermedad por eso acudí aquí a ser un voluntario para la prueba de [la vacuna de] COVID”, comentó a Efe el taxista Antonio de Jesús, de 35 años.
Se estima que las 1.000 dosis se aplicarán los próximos meses, con protocolos de seguridad y confidencialidad para proteger al paciente.
Las reacciones que pudiera desarrollar el paciente podrían ser las mismas de cualquier vacuna existente en el mercado y van desde las leves y moderadas como fiebre y gripe, hasta las reacciones graves, indicó Rivera.
“Los síntomas graves que se presentan en vacunas hechas de virus pueden ser síntomas a nivel de sistema nervioso central como encefalitis, síndrome de Guillan Barré, mielitis, o sea todas las vacunas pueden producir esos efectos adversos”, apuntó.
A cada voluntario le practican pruebas para descartar que fue portador del nuevo coronavirus y les elaboran un expediente clínico para darle seguimiento de uno a dos años.
También se les informa no deben relajar las medidas de sanidad.
El estado de Oaxaca acumula 21.900 casos positivos de COVID-19, con 1.740 fallecidos. EFE (I)