Luis Arce es investido como presidente de Bolivia

Fotografía cedida por el Movimiento Al Socialismo que muestra al economista boliviano Luis Arce (i), nuevo presidente de Bolivia, mientras abraza a su vicepresidente David Choquehuanca (d), hoy en La Paz (Bolivia). EFE/ Cortesía Movimiento Al Socialismo/

Luis Arce fue investido este domingo como nuevo presidente de Bolivia para los próximos cinco años.

Arce tomó posesión como jefe de Estado y de Gobierno en La Paz ante líderes como el rey Felipe VI de España y varios presidentes de países americanos.

Previamente, el aimara David Choquehuanca juró como vicepresidente de Bolivia, cargo que también conlleva la Presidencia del Parlamento, en el que el Movimiento al Socialismo (MAS) del expresidente Evo Morales tiene la mayoría, pero no los dos tercios de la anterior gestión.

Vestido con un traje oscuro, con camisa clara y sin corbata, Arce juró su cargo con la mano derecha en el corazón, mientras que Choquehuanca lo hizo con el puño izquierdo en alto, la señal que identifica al MAS.

El economista, a quien Choquehuanca impuso la banda y medalla presidenciales, inicia en esta jornada un mandato hasta 2025, cuando Bolivia celebrará el bicentenario de su independencia.

El exministro de Economía de Evo Morales ganó las elecciones generales del pasado 18 de octubre en Bolivia con el 55,1 por ciento de los votos al frente del MAS.

La investidura de Arce supone el retorno al poder de ese partido justo casi un año después de que la crisis política rompiese una hegemonía de casi catorce años consecutivos de Morales como presidente.

Al evento asisten el rey de España, Felipe VI, los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; de Colombia, Iván Duque; y de Paraguay, Mario Abdo Benítez, además de representantes de otros países de América, principalmente, de Europa y de Asia.

El nuevo presidente arremetió en su discurso contra el Ejecutivo interino de Jeanine Áñez, al que tildó de «Gobierno de facto» y acusó de pisotear la democracia, sembrar «la muerte, el miedo, la discriminación» y perseguir a políticos y sindicalistas afines al MAS incluso con grupos «paramilitares».

La entonces senadora opositora Áñez asumió el poder el 12 de noviembre de 2019, después de que dos días antes Morales anunciara su renuncia denunciado que era forzado por presiones de militares y policías, entre otras.

«Este 8 de noviembre iniciamos una nueva etapa en nuestra historia», aseguró Arce, quien sostuvo que quiere gobernar «para todos» y «reconstruir» la patria para «vivir en paz» y con «unidad».

Palabras que contrastaron con el tono usado para referirse a sus detractores y su afirmación de que gobernará sin odio pero con justicia.

Arce mencionó entre sus principales retos la recuperación de la economía del país, de la que advirtió de que padece una profunda recesión no solo por la pandemia mundial de la covid-19, sino por lo que consideró una pésima gestión del Gobierno saliente.

Choquehuanca fue más conciliador en su discurso, en el que abogó por recuperar las raíces culturales, buscar coincidencias con la oposición y por que ya no haya «más abuso de poder».

La investidura estuvo precedida por un ritual ancestral de agradecimiento a la «Pachamama» o Madre Tierra, para pedir también a esa deidad andina que dé fuerza a los nuevos gobernantes.

Amautas o sabios andinos participan en una ceremonia previa a la investidura de Luis Arce como presidente boliviano, este domingo en La Paz (Bolivia). La jornada de la investidura del presidente de Bolivia, Luis Arce, comenzó este domingo con un ritual tradicional de agradecimiento a la «Pachamama» o Madre Tierra, para pedir también a esa deidad andina que dé fuerza al nuevo gobernante. EFE/ Cortesía Movimiento Al Socialismo

PROTESTA Y CRÍTICAS OPOSITORAS

El acto estuvo matizado por la protesta del principal grupo de oposición en el Parlamento boliviano, Comunidad Ciudadana (CC) del expresidente y excandidato Carlos Mesa, en contra de un cambio del reglamento del Legislativo que consideran que favorece al MAS y limita a la oposición.

Los legisladores de CC se manifestaron en plena ceremonia con pancartas que reclamaban «¡No al abuso de poder! Dos tercios es democracia», para luego retirarse del Parlamento junto a Mesa, en medio de gritos e insultos del oficialismo.

La protesta responde a la actitud «absolutamente prepotente e inaceptable del MAS que, aprovechando el cierre de la anterior legislatura, ha modificado los reglamentos de las dos Cámaras», sostuvo Mesa.

En las recientes elecciones generales, el MAS logró la mayoría parlamentaria, pero no pudo revalidar los dos tercios que ostentó en los dos últimos periodos legislativos.

Los parlamentarios salientes cambiaron el reglamento para que el Legislativo pueda aprobar con mayoría simple asuntos como el ascenso de cargos militares y policiales, o la designación de embajadores.

El MAS justificó que las modificaciones buscan agilizar la labor legislativa, pero la oposición considera que fue una maniobra para mantener el control en la Asamblea.

Otros opositores, como el expresidente Jorge Quiroga o el empresario Samuel Doria Medina, criticaron en Twitter el discurso de Arce.

Quiroga cuestionó que mientras Choquehuanca «llama a la concordia», Arce no tiene respuestas a la crisis económica que él mismo «nos legó» y «solo culpa a lamentable gestión de transición».

«Memoria contradictoria. El vicepresidente Choquehuanca habló de la unidad y el reencuentro de todos los bolivianos. Inmediatamente lo desmintió el presidente, que se ensañó contra el periodo de transición y habló solo para el 55 % que votó por él y se olvidó del 45 % que no lo hizo», escribió por su parte Doria Medina.

La otra fuerza opositora con representación parlamentaria, la alianza Creemos, no asistió a la investidura de Arce en protesta por los cambios del reglamento legislativo, pero su líder, el excandidato Luis Fernando Camacho consideró en Facebook que «hoy es un mal día para la democracia».

«Quienes nos robaron el voto el 2019 asumen un Gobierno con unas nuevas elecciones cuestionadas», sostuvo Camacho, quien tomó relevancia nacional durante la crisis postelectoral de 2019.

Tras los actos protocolares, los sindicatos de obreros, indígenas y campesinos afines al MAS, además de las Fuerzas Armadas, desfilaron en la plaza Murillo, sede del Gobierno y el Legislativo bolivianos.

Áñez ya dijo el día antes que se retiraba a su hogar en la Amazonía boliviana, si temor a defenderse de posibles procesos de quienes la «acosan» y sin que nadie de su gabinete acudiera a la ceremonia en La Paz, donde Arce no pudo evitar algunas lágrimas de emoción al tomar el relevo al frente de Bolivia. EFE

(I)

El presidente de Bolivia Luis Arce.

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