Los hermanos artistas Javier y Pedro Gavilanez hablan de la exposición de sus obras en el Tallter Mandonado:
«Nuestro trabajo siempre ha estado ligado a labores tradicionales heredadas de familiares y compartidas con otros oficios artesanales. Nosotros, a pesar de este vínculo tradicional tan fuerte, nos desvinculamos de complacencias con el establishment y cuestionamos las formas de producción, los contenidos y el consumo de nuestro trabajo.
A pesar de ser Hermanos y haber tenido una práctica laboral muy similar, teníamos claro de antemano que nuestra producción artística debería ser divergente, por lo tanto los elementos formales como las conceptualización de las obras parte de un banco de información, imágenes, materiales, muy personales para cada uno.
Javier introduce a su trabajo el hacer cotidiano que fue recopilando de sus variados cruces de información con diferentes empleos, cuyos trabajos los llevó a producir desde la habilidad y la destreza resolutiva, así arriesga combinaciones diferentes en principios pero con soluciones satisfactorias para sus intereses.
En mi caso (Pedro) al principio me interesó la pintura académica, pero necesitaba alterar los soportes y aplicación de las mismas, en un tiempo atrás realizaba citas críticas a la pintura clásica y a la religión de la cual fui cultivado desde niño. Por esta razón en mi trabajo hay juegos iconográficos, tratamientos pictóricos vinculados a lo sacro y mi relación actual con la vida circundante. Algunas veces creo que trato de encontrar una especie de limbo entre lo mundano y lo divino».
La obra está expuesta en el Taller Maldonado ubicado en Villavicencio 609, entre Gómez REndón y Maldonado.
