Tras superar la pandemia, Wuhan despide 2020 sin mirar atrás

La gente asiste a una celebración del Año Nuevo en Wuhan, China, el 1 de enero de 2021. La vida en Wuhan, una ciudad china de más de 11 millones, que hace casi un año se convirtió en el epicentro del brote de coronavirus, está volviendo a la normalidad. EFE / EPA / PILIPEY ROMANO

Un año después de que China comunicase a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la detección de una rara neumonía en la ciudad de Wuhan, la ciudad del centro del gigante asiático hace casi vida normal y sus residentes se preparan para dejar atrás su año más duro.

En las últimas horas del año, una pareja se hace fotos de boda frente al río Yantsé mientras decenas de personas toman el ferry al salir del trabajo y, por la noche, una sala de conciertos está abarrotada de jóvenes.

En el barrio de Luxiang, donde se ubican varias facultades como la de Ciencia y Tecnología, unas 300 personas llenan la sala Vox para escuchar a un grupo local, Happy Wheel, que mezcla rock y música electrónica para disfrute de los espectadores, la mayoría de ellos adolescentes y estudiantes universitarios.

Algunos llevan mascarilla, otros deciden no ponérsela: «No hay casos ya en Wuhan, no hace falta. Pero mucha gente la lleva por precaución, porque si algo nos ha enseñado el virus es que no te puedes confiar. En Wuhan no queremos volver a meter la pata», dice Xue, uno de los jóvenes que asisten al concierto.

Xue explica que un reciente estudio del Centro de Control de Enfermedades (CDC) del país asiático, según el cual el 4,4 % de los wuhaneses presentan anticuerpos del coronavirus, refleja que, «teniendo en cuenta que Wuhan tiene 11 millones de habitantes, supondría que medio millón se infectó».

«Eso es diez veces la cifra oficial. No te puedes confiar», dice.

Pasajeros con mascarillas protectoras parados en un metro durante una hora punta de la tarde en Wuhan, China, 28 de diciembre de 2020. Vuelve la vida en Wuhan, una ciudad china de más de 11 millones de habitantes, que hace casi un año se convirtió en el epicentro del brote de coronavirus. a la normalidad. Desde mayo, la capital de la provincia de Hubei no ha registrado casos de Covid-19 transmitidos localmente. EFE / EPA / PILIPEY ROMANO

Homenaje al médico que alertó la pandemia en Wuhan

«¡Wuhan!», exclama el cantante al dar comienzo a la actuación, lo que provoca el éxtasis de las masas convocadas. Pasados unos minutos, la gente comienza a bailar, saltar y hacer corros a lo largo de la sala.

El momento más emotivo sucede cuando, en un momento dado de la actuación, una pantalla proyecta a cámara rápida caracteres chinos con la biografía de Li Wenliang, el oftalmólogo que, justo ahora hace un año, fue reprendido por la Policía local tras alertar a sus colegas de que en el hospital donde trabajaba había un grupo de enfermos con síntomas de una neumonía similar a la del SARS, enfermedad que azotó a China en 2003.

Li fue amonestado por «propagar rumores» y obligado a firmar una carta en la que reconocía su «error». Más tarde, el propio Li contrajo el virus y falleció a principios de febrero, lo que desató una oleada de homenajes y críticas en las redes sociales chinas por la actuación de las autoridades al intentar silenciarle.

La proyección de su biografía provoca los vítores del público: «Para los wuhaneses, sobre todo los más jóvenes, Li es un símbolo porque se atrevió a dar una voz de alarma cuando las autoridades no sabían cómo reaccionar. Le recordaremos siempre«, señala uno de los asistentes.

Li Wenliang, el oftalmólogo de Wuhan que advirtió de la pandemia y que fue reprimido por las autoridades de la ciudad.

Wuhan, un año en el infierno

En Wuhan, donde comenzó la pandemia que todavía asola al mundo, a muchos les pesa recordar cómo afectó la propagación de la covid en sus inicios o el confinamiento completo de la ciudad a finales de enero que se alargó durante 11 semanas.

Según sus habitantes, era la única medida posible para evitar que la covid continuara haciendo estragos, pero no olvidan la confusión de los primeros días, cuando apenas había suministro de alimentos y material sanitario.

«No había mascarillas, no había comida. No se podía comprar en ningún sitio y lo único que teníamos era ansiedad. Y miedo. Del virus, de que lo tuviera el vecino, de que se nos ocultaran cosas. De todo, en definitiva. Fue extremadamente difícil al principio», comenta Miranda -pseudónimo-, una profesora china de inglés.

Otros residentes como Chu Jing, administrativa, prefiere mirar hacia adelante y resalta que las autoridades locales ya están vacunando contra la covid, aunque de momento solo entre grupos considerados de riesgo.

«Está disponible en algunas clínicas de varios distritos. Pero no todo el mundo se puede vacunar, sólo gente entre 18 y 59 años de los llamados grupos de riesgo, con lo que de momento mis padres no se van a poder vacunar, que es lo que yo quería», explica.

Sin contagios locales desde mayo

Aunque la ciudad no detecta positivos por contagio local desde mediados de mayo, Jing teme los «casos importados», es decir, aquellos llegados desde el exterior. En los últimos tres meses, se detectaron en Wuhan 43 casos de este tipo, 10 confirmados y 33 asintomáticos.

Otro wuhanés critica, de manera anónima, la narrativa planteada por la prensa oficial de que el brote inicial de la pandemia podría haber estado relacionado con las importaciones de alimentos congelados o haber surgido antes en otros países: «No me creo nada. Quieren desviar la atención, nada más».

«Puede ser que el origen del coronavirus esté en otra parte, pero de que comenzara a propagarse de manera masiva en el mercado de Huanan no tengo ninguna duda», dice.

Entretanto, los residentes se preparan para dar la entrada al 2021 con fiestas en clubs y congregaciones en los parques del céntrico barrio de Hankou, alrededor de la ribera del río Yangtsé.

Al margen del mencionado confinamiento, Wuhan consiguió revertir la situación gracias a la llegada de material y personal desde otras provincias chinas, las fuertes medidas de prevención o la construcción exprés de hospitales como el de Leishenshan, que comenzó a recibir pacientes en febrero. EFE

El personal médico realiza controles en pacientes en el hospital Wuhan Fangcang, un hospital improvisado para tratar pacientes con Covid-19 en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, China, el 14 de febrero de 2020. La enfermedad causada por el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) oficialmente nombrado COVID-19 por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El gobierno chino dijo el 14 de febrero que un total de 1.716 trabajadores de la salud habían sido infectados con la enfermedad, un número mucho mayor que los registrados durante el brote de Sars en 2003. EFE / EPA /
REFERENCIA El personal médico transfiere a un paciente al Hospital de la Sociedad de la Cruz Roja de Wuhan en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, China, el 23 de enero de 2020 (emitido el 24 de enero de 2020). El brote de coronavirus ha cobrado hasta el momento 25 vidas e infectado a más de 800 más, según informes de los medios. Las autoridades han extendido una prohibición de viajar a ocho ciudades en la provincia de Hubei, Wuhan, Huanggang, Ezhou, Chibi, Xiantao, Qianjiang, Zhijiang y Lichuan en un esfuerzo por contener la propagación del virus, que hasta ahora se ha detectado en los EE. UU., Tailandia , Corea del Sur, Japón, Singapur y Taiwán. EFE / EPA
El personal médico transfiere a los pacientes al hospital Jinyintan, donde los pacientes infectados con una nueva cepa de Coronavirus identificada como la causa del brote de neumonía de Wuhan son tratados en Wuhan, provincia de Hubei, China, el 20 de enero de 2020. Más casos del misterioso virus similar al SARS relacionado con El brote de neumonía de Wuhan se informó en China el 20 de enero de 2020, lo que eleva el número total de casos a más de 200 con tres muertes hasta el momento. EFE

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