Netanyahu: «No permitiremos protestas violentas» en Jerusalén

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, asiste a la reunión semanal de gabinete en su oficina en Jerusalén, el domingo 11 de diciembre de 2016. (Abir Sultan, Pool vía AP)

El primer ministro en funciones israelí, Benjamín Netanyahu, dijo hoy que «no permitirá protestas violentas» en Jerusalén, tras dos noches de fuertes enfrentamientos entre la Policía y manifestantes palestinos en la Ciudad Santa.

«Impondremos la ley y el orden de manera firme pero responsable y continuaremos salvaguardando la libertad de culto para todas las religiones, pero no permitiremos protestas violentas», señaló el mandatario durante la reunión semanal del Gabinete de ministros.

Estas declaraciones llegan en un marco de creciente tensión en Jerusalén Este, ocupada y anexionada por Israel y donde los violentos disturbios de las noches del viernes y sábado dejaron un saldo de más de 300 heridos.

La gran mayoría de ellos fueron jóvenes palestinos, que se manifestaron en la Puerta de Damasco, principal acceso a la Ciudad Vieja, y en la Explanada de las Mezquitas.

La Policía israelí utilizó granadas aturdidoras, balas de goma y cañones de agua para dispersarlos y, según un portavoz, los oficiales respondieron a «alteraciones del orden público, disturbios, agresiones y al lanzamiento de piedras y otros objetos contundentes».

Siguiendo estas protestas, milicianos palestinos lanzaron anoche un cohete desde la Franja de Gaza hacia Israel, que cayó en un área despoblada y que fue respondido por un bombardeo de represalia contra objetivos del movimiento islamista Hamás, que gobierna de facto el enclave desde 2007.

El principal motivo de estas manifestaciones es el posible desalojo de cuatro familias palestinas del barrio de Seij Yarrah, en Jerusalén Este, que ha generado una fuerte reacción tanto a nivel local como internacional y sobre el que se prevé que el Tribunal Supremo israelí se pronuncie este lunes.

La expulsión de las familias fue solicitada por organizaciones colonas judías, que reclaman la propiedad de las viviendas antes del 1948, en virtud de una ley que no se aplica a las propiedades palestinas de la zona oeste.

Si bien Netanyahu no se expresó sobre los desalojos, si reconoció que existe un aumento en las «presiones para no construir en Jerusalén», pero insistió en que lo seguirán haciendo, probablemente en referencia a la construcción de viviendas para colonos en los territorios ocupados de la parte oriental de la urbe.

Coincidiendo con la decisión del Supremo sobre los desalojos, el lunes está prevista una marcha anual de jóvenes judíos ultranacionalistas por la Ciudad Vieja, conocida por la tensión que suele generar y celebrada en ocasión del llamado Día de Jerusalén, en el que los israelíes conmemoran lo que consideran la reunificación de la ciudad en 1967, durante la Guerra de los Seis Días, y que para los palestinos supone el inicio de la ocupación. EFE (I)

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