Las lluvias récord registradas en las últimas horas en el centro y el oeste de Japón han causado graves inundaciones y dejado al menos dos muertos y una veintena de desaparecidos, además de daños en infraestructuras como puentes y carreteras.
El temporal que golpea al archipiélago nipón ha afectado sobre todo a las prefecturas de Kanagawa y Shizuoka, al sudoeste de Tokio, donde han caído más 790 y 550 milímetros de lluvia en 72 horas, según datos de la Agencia Meteorológica nipona.
Esto ha provocado desbordamientos de ríos, inundaciones y corrimientos de tierra en las zonas más castigadas, desastres que, según los expertos, son cada vez más habituales en el archipiélago nipón durante su temporada estival de lluvias debido a los efectos del cambio climático.
El Ejecutivo ha convocado un gabinete de crisis para responder a la catástrofe y enviar ayuda urgente a la zona, para lo cual se han movilizado efectivos de las Fuerzas de Autodefensa nacionales (Ejército), y cuando restan unas tres semanas para la inauguración de los Juegos Olímpicos previstos en Tokio.
El incidente más grave se ha producido en la localidad de Atami, ubicada entre escarpadas montañas y la costa y donde las fuertes lluvias provocaron corrimientos de tierra que arrasaron unas 300 viviendas y dejaron en torno a 20 personas en paradero desconocido.
En imágenes filmadas por ciudadanos y distribuidas por las redes sociales se pudo ver cómo un gigantesco alud de barro se llevó por delante edificios enteros, automóviles y parte del tendido eléctrico y de la calzada de la mencionada ciudad, un popular destino turístico por sus «onsen» o baños termales japoneses.
Los servicios de rescate han recuperado por el momento dos cuerpos sin vida que fueron arrastrados por el barro hasta la zona portuaria de la ciudad, y continúan la búsqueda de una veintena de personas desaparecidas, según informaron las autoridades locales.
El primer ministro nipón, Yoshihide Suga, afirmó que se movilizarán «todos los recursos posibles» por tratar de hallar a los desaparecidos y asistir a las víctimas, en declaraciones a los medios locales tras celebrar una reunión de emergencia.
Las autoridades locales también ordenaron la evacuación de unas 20.000 personas en Atami y de varios millares más en diferentes zonas del sudoeste de Japón, mientras que las prefecturas de Shizuoka, Kanagawa y Chiba siguen bajo la máxima alerta meteorológica.
Un hombre de unos 20 años resultó desaparecido en Chiba tras ser visto por última vez cerca de un río que se desbordó, según informó la cadena estatal NHK.
En la localidad de Hiratsuka, la crecida de otro río dejó anegadas decenas de viviendas, y en los alrededores de la ciudad de Yokohama se produjeron desprendimientos de tierra sobre carreteras que provocaron daños en vehículos y cortes de la circulación.
Las lluvias torrenciales también han causado interrupciones en la red de transporte ferroviario, con suspensiones temporales de los servicios de alta velocidad Shinkansen entre las estaciones de Tokio y Shin-Osaka, además de otras líneas locales, según informaron las compañías operadoras.
La Agencia Meteorológica de Japón ha alertado del riesgo de que se sigan produciendo inundaciones y desplazamientos de tierra durante el fin de semana en la costa occidental del país, ante las previsiones de que continúen las precipitaciones torrenciales.
Los niveles inéditos de lluvia registrados se deben a un frente que se estancó en la costa nipona del Pacífico y que se desplazará hacia el noreste del país, según el citado organismo estatal. EFE (I)