La belleza del lenguaje

Diego Montalvo

Quito, Ecuador

“El lenguaje inclusivo es una estupidez”

Arturo Pérez-Reverte

La creación del lenguaje implica, y se sostiene, siempre en dos partes: pronunciación y escritura. Cada letra del abecedario tiene un sonido (fonética) distinto y se combinan entre ellas para formar palabras y luego éstas forman oraciones o frases. Bajo esta lógica: ¿cómo se pronuncia «ellxs», que a diferencia de «ellos» se puede pronunciar y escribir? La «x» en español únicamente tiene sonido en palabras como Xavier, México, xilófono y Cotopaxi, por dar unos ejemplos.  

En las primeras, la “X” reemplaza el sonido «J» y en las segundas pose el sonido propiamente de la «X». De hecho la «X» en español nació en un principio en lugar de la J por eso en el antiguo español se escribía «Don Qvixote de la Mancha» la “v” era en lugar de la “u” por su forma muy parecida, la evolución del lenguaje se da cuando se cambia la “u” por la “v” por temas de escritura y porque hay palabras con “v” como «avión» que podría confundirse si aún existiera el antiguo español (que de hecho en muchas academias sigue en vigencia) por eso el «todxs» no puede existir porque solo se «puede» escribir pero fonéticamente es impronunciable, ya que no puede sonar ni como “x” ni como “j”.

El lenguaje evoluciona pero siempre con una lógica. Tanto que muchos definen la «e» únicamente debería ser gerente (más no gerenta), presidente (más no presidenta) y estudiante (porque estudianta a Dios gracias no existe).

En este sentido, el idioma español ha entrado en una nueva ola de progresismo que busca destrozar a la lengua propiamente dicha. El gran novelista Arturo Pérez-Reverte dijo en una entrevista en Buenos Aires: «¿Decir ‘todes les niñes’?, me niego. No me da la gana. No porque sea académico, porque yo soy un escritor profesional (…) me niego a que me digan cómo tengo que escribir para no ser machista», esta frase la expuso hacía 2019 y el tema de cuando en cuando retoma vigencia. Curiosamente, en ese mismo año, el periodista Jorge Ramos en Miami le preguntó lo mismo a Mario Vargas Llosa que respondió: “El lenguaje es algo que nace naturalmente y sobre eso se establecen ciertas reglas. Nosotros tenemos en el español, clarísimamente, un masculino inclusivo”.

En México luego de que una estudiante decidiera ser llamada “compañere” los eruditos y novelistas volvieron a estar en la polémica por los inquisidores de Twitter quienes en su mayoría —muy probablemente— ni siquiera han abierto un libro de Vargas Llosa o de Pérez Reverte. Resulta muy iluso creer que con destruir las estatuas de Colón, la Historia puede cambiar así como es ridículo pretender que “cambiando” el idioma se logra un comportamiento menos “machista” más todavía porque esta palabra cada vez ha ido perdiendo fuerza por el desgaste ideológico y su utilización forzosa. El colectivo GLBTI se ha sentido inmensamente “excluido” con la utilización del lenguaje, pero de cierto modo la mayoría de sus tesinas se sustentan en ignorancia propia de las razones del lenguaje.

La rebeldía de los buenos escritores y periodistas de defender el idioma español va más allá de un tema “excluyente”, se trata de un tema necesario y coherente. La evolución del idioma  mismo se sostiene en aceptar anglicismos que no poseen una traducción literal al español por ello palabras como “twitear”, “postear”, “googlear” y  best-seller (por poner ejemplos) han sido aceptadas por temas de la irrupción del internet mientras que el término best-seller si bien se podría traducir como “más vendido” éste lo acuñaron los medios de comunicación por ello el español adoptó el vocablo por la afamada #1 Best- selling list of The New York Times. Todo tiene un sentido mientras el “todes” palidece ante un sustento más por un sentido ideológico que de practicidad del idioma. Así mismo, el término científico de animales o plantas se escriben en cursiva por su derivado del latín o el griego como panthera leo (león).

De vez en cuando la Real Academia de la Lengua Española (RAE), ahora ya llamada Academia de la Lengua Española (AEL), posee un riguroso grupo de eruditos lexicógrafos y lingüistas que siempre han puesto muchas de estas afirmaciones, antes expuestas, en firme.  A esto también se ha referido la afamada Concepción Company Company quien ha dicho claramente “La gramática no tiene sexo, no es ni incluyente, ni excluyente”. La gramática es una sola y por ello, al llegar a otra conclusión lógica, las traducciones al inglés del pronombre they,en español es todos. Para un angloparlante es más fácil comprender el término nosotros que incluso el nosotras (más si hay hombres en el grupo) y peor el “nosotres” que difícilmente se acoplaría al español por los argumentos expuestos.

En este sentido, es importante aprender, estudiar y analizar el idioma, para que en un futuro los verdaderos cambios de evolución se den con un tema de mejoría. El español es el idioma más rico del mundo en sinónimos y es el que posee los términos más exactos para referirnos a todo lo que nos rodea (ya sean estos elementos naturales o artificiales) y en general el que más estricto es en cuanto a sintaxis, ya que en acentuación no hay quien supere al francés. ¿Por qué pretender dañar nuestro idioma sin más?   

Más relacionadas