Bailarines se unen en La Paz para reivindicar el origen del caporal

Bailes del caporal

Cientos de bailarines bolivianos se volvieron a poner sus vistosos trajes, tras un año de pausa por la pandemia, y mostraron sus mejores pasos de el caporal con el propósito de reivindicar el origen de esta danza.

Se trata de el «caporalazo», una actividad impulsada por la Alcaldía de La Paz que se realizó en la plaza de San Francisco en el que participaron bandas de música y más de 500 danzarines de distintas fraternidades y ballets.

«Es muy importante esta danza que la juventud se ha adueñado, hay que fomentar esto, esta danza es alegre y de mucha energía», comentó a Efe el secretario municipal de Culturas de la Alcaldía, Rodney Miranda.

La finalidad de esta actividad es reivindicar de esta manera el origen de la danza que es «100 % boliviana» y paceña, sostuvo Miranda.

Es así que también participaron los fundadores de esta danza, los danzarines más antiguos e incluso niños que disfrutan bailar el caporal, además de bandas y conjuntos musicales que amenizaron el paso de los bailarines.

«Nos dicen los dinosaurios del caporal porque somos los más antiguos, tenemos unos 70 años y bailamos desde los 18», comentó a Efe Félix Zamorano Escalier.

LOS BAILARINES

Los cientos de danzarines lucían sus vistosos trajes de diferentes colores, las lentejuelas bordadas y unas pequeñas escarapelas con los colores de la tricolor boliviana.

La mayoría de los danzarines utilizaba unas mascarillas transparentes para participar de este evento, que además congregó a varias personas alrededor que querían ver esta danza.

Algunos ondeaban la bandera boliviana mientras hacían su paso inicialmente en la plaza de San Francisco y luego realizaron un pequeño recorrido hasta la plaza del Estudiante en La Paz.

Miranda indicó que algunas de las medidas de bioseguridad que se tomaron para realizar este evento es el uso obligatorio de barbijos o las mascarillas transparentes y que todos los bailarines demuestren que están vacunados.

Los danzarines, jóvenes en su mayoría, se encontraban entusiasmados de volver a bailar tras un año de pausa por la pandemia de la covid-19 y la suspensión de entradas folclóricas.

«Siento nostalgia, todo este tiempo de pandemia de no poder demostrar nuestros pasos o la alegría en las diferentes entradas, hoy es un día muy importante para nosotros porque después de muchos tiempo nos volvemos a reunir», manifestó a Efe Silvia Cantuta, una de las bailarinas.

Además comentó que este encuentro se hace más especial por el objetivo de reivindicar la cultura y demostrar que el caporal es boliviano.

«Para mí es un privilegio demostrar al mundo entero, mostrar cómo se baila la danza del caporal y llevar en alto el nombre de mi cultura porque los caporales es de Bolivia», expresó.

Miranda señaló que el «caporalazo» es parte de las actividades de salvaguarda de las distintas danzas de La Paz y que también se harán encuentros de historiadores, investigadores y un inventario de los bailes para difundirlos.

Los orígenes de esta danza se atribuyen a la familia Estrada-Pacheco de La Paz, que se inspiró en el personaje del caporal de la saya.

La saya es un ritmo de la región paceña de los Yungas, que se concentra una importante población afrodescendiente, y que muestra la relación de los capataces con los esclavos.

El caporal en concreto se caracteriza por saltos, giros, zapateos de tacón y vistosas coreografías sincronizadas que, en el caso de los varones, relucen gracias a un vestuario plagado de lentejuelas y bulliciosos cascabeles en las botas.

En mayo de este año se anunció la conformación de un comité de salvaguardia de danzas como y el caporal y la morenada ante un incidente con Perú que declaró como Patrimonio Cultural de Puno esta última danza. La República.

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