Las palabras clave son 2G o 3G, o incluso una mezcla, a través de las cuales los clubes de fútbol alemanes aspiran a llenar sus estadios lo máximo posible o incluso llenar el aforo, como en Inglaterra en mitad de la pandemia.
En Alemania, el protocolo 2G se refiere a la admisión de personas vacunadas o recuperadas de una infección de coronavirus. El 3G añade además la posibilidad de presentar un test con resultado negativo.
Algunos, como el campeón Bayern Múnich, optan por un protocolo 3G para poder asistir a los partidos. Otros, como el Borussia Dortmund, por permitir la entrada a quien cumpla el protocolo 2G.
El Mainz tiene una política 2G-plus, con una pequeña sección destinada a los aficionados que presentan un test negativo, mientras que el resto del estadio está reservada a vacunados y recuperados.
Las autoridades sanitarias alemanas permitieron a los clubes llenar sus estadios al 50 por ciento o con un máximo de 25.000 aficionados al comienzo de la temporada.
Pero ahora los clubes quieren más, dado que los eventos culturales con un protocolo 2G pueden volver a llenar el aforo completo de sus recintos.
«Ya es hora de que el ‘Equipo Precaución’ no se convierta en el ‘Equipo Inferior'», advirtió el presidente de la Liga Alemana de Fútbol (DFL), Christian Seifert.
Una decisión tomada el martes por el Senado de Hamburgo da esperanzas a los clubes, ya que permite a los equipos locales de la segunda división, el Hamburgo y el St. Pauli, llenar sus estadios a pleno rendimiento con un protocolo 2G.
«Si la mayoría de los espectadores está vacunada y los niños son sometidos a test, considero que los partidos de fútbol en estadios llenos son un riesgo razonable», había declarado el director general del Dortmund, Hans-Joachim Watzke, al dominical «Welt am Sonntag».
El constitucionalista Björn Schiffbauer está de acuerdo porque dice que el protocolo 2G garantiza la salud pública y «por tanto sería desproporcionado limitar la libertad de los clubes y los espectadores».
Sin embargo, no todos los clubes siguen el 2G, ya que el jefe de la junta directiva del Mainz, Stefan Hofmann, declaró al periódico «Bild»: «No queremos excluir a los que solo se someten a pruebas». Pero Schiffbauer dijo que los clubes tendrán problemas para volver a llenar sus estadios sin aplicar el procolo 2G.
Los clubes que siguen las normas 2G están estudiando la posibilidad de emprender acciones legales, pero Schiffbauer advierte que una demanda no lo cambiará todo porque los 16 estados federados son los responsables de las medidas sanitarias y que más bien espera un esfuerzo por parte de las autoridades federales.
El ministro alemán de Salud, Jens Spahn, dijo recientemente que las cifras de personas vacunadas y recuperadas pueden calcularse de forma diferente a las de las personas sometidas a test.
Los clubes también quieren volver a la normalidad porque temen que los aficionados se acostumbren cada vez más a ver los partidos por televisión en lugar de en el estadio, ya que algunos como el Hoffenheim no han llenado todavía su aforo permitido.
El entrenador del Greuther Fürth, Stefan Leitl, habló de «incertidumbre» entre muchos aficionados, un sentimiento que podría aliviarse con un aumento de la asistencia tras la decisión de Hamburgo.
Hoy el St. Pauli anunció que solo permitirá el acceso al estadio a los aficionados vacunados o recuperados para el próximo partido en casa, contra el Dynamo Dresde el 3 de octubre, siguiendo el protocolo 2G.
En total, 29.546 espectadores vacunados o recuperados podrán entrar en el estadio Millerntor por primera vez desde el inicio de la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, se sigue haciendo una excepción con los jóvenes y niños menores de 18 años, que podrán asistir aunque no se hayan vacunado o se hayan recuperado pero acrediten un test rápido negativo, según el comunicado del club. dpa