Hay que leer a Vargas Llosa

Diego Montalvo

Quito, Ecuador

El comunismo ha desaparecido y ojalá los latinoamericanos que creen todavía en ese fantasma lo descubran pronto, porque entonces se pondrán a trabajar en esa realidad cotidiana en la que se puede cambiar las cosas.

Mario Vargas Llosa, Quito, 27 de septiembre de 2021.

Hay innumerables razones por las que tenemos que leer a Mario Vargas Llosa, muchas de ellas, aunque podría sonar un tanto exagerado, superan el hecho de que haya ganado el Premio Nobel de Literatura en 2010. Vargas Llosa es el peruano más universal, el último exponente vivo del Boom latinoamericano y sus ensayos y novelas de lucidez extrema, lo han puesto como uno de los pilares fundamentales de la narrativa hispana.

La condecoración dada por el presidente del Ecuador, Guillermo Lasso en la calidad de “Gran Cruz” demuestra que el trabajo de este intelectual incluso está cimentado en la defensa a la libertad. Mario Vargas Llosa fue un fuerte detractor de los movimientos de izquierda, del comunismo, sobre todo, y de muchos populismos como la utilización del “lenguaje inclusivo”, es duro en cuanto a críticas al feminismo y varios dogmas sociales que rayan justamente en la no tolerancia a la expresión a quienes no comparten estas ideas “revolucionarias”.

La oposición a los radicalismos y dictaduras, este magistral novelista las ha sabido plasmar en libros como La fiesta del chivo, Tiempos recios y en su ensayo La llamada de la tribu. Álvaro Vargas Llosa ha seguido los pasos de su padre con ese magnífico libro El estallido del populismo que recopila, desde una visión periodística, los testimonios de varios comunicadores y politólogos en el tema de lo nefastas que han sido las izquierdas latinoamericanas, plagadas de populismo y radicalismo.

Cuando escribe Mario Vargas Llosa lo hace de una forma bastante contundente. Sus frases son cortas y poco adornadas. Las ideas las coloca de forma precisa y el lenguaje es siempre sobrio. En La ciudad y los perros, quizá su mejor novela, se puede leer lo siguiente:   

     ––No vienen al colegio por su propia voluntad ––dijo Gamboa––. Eso es  lo malo.

                    ––Sí ––dijo Calzada––. Se sienten civiles.  

     ––Nos confunden con los curas, a veces ––afirmó Huarina––. Un cadete quería confesarse conmigo, quería que le diera consejos. ¡Parece mentira!

     ––A la mitad los mandan sus padres para que no sean bandoleros ––dijo Gamboa––. Y, a la otra mitad, para que no sean maricas.

     ––Se creen que el colegio es una correccional. ––dijo Pitaluga, dando unos golpes en la mesa––. En el Perú todo se hace a medias y por eso todo se malea. Los soldados que llegan al cuartel son sucios, piojosos, ladrones. Pero a punta de palos se civilizan. Un año de cuartel y de lo indio solo les quedan las cerdas. Pero aquí ocurre lo contrario, se malogran a medida que crecen. Los de quinto son peores que los perros.

     ––La letra con sangre entra ––dijo Calzada––. Es una lástima que a esos niños no se les   pueda tocar. Si se les levanta la mano se quejan y se arma un escándalo (Vargas Llosa, La ciudad y los perros, 2012, p. 210).   

De cierto modo, el evento realizado ayer en la Presidencia de la República, hubiera tenido un mayor realce si se lo pensaba de forma de conversatorio de apertura en la Feria Internacional de Libro, para que la gente incluso pueda acercarse a Mario Vargas Llosa, solicitar autógrafos y firma de libros y que en general conocer a mayor profundidad la trayectoria de este ilustre escritor.

Después, a modo de evento solemne, darle la merecida condecoración en el Salón Amarillo. Estos personajes deben servir como puente para acercar a los ecuatorianos a la alta cultura, a mirar más allá de nuestras fronteras y tener una visión más globalizada (en referencia a los detractores al evento). 

Mario Vargas Llosa es más que un político, es una persona que ha hecho mucho por la cultura, en su fundación por ejemplo, entregando becas de estudio y además el premio Bienal de Novela Breve Mario Vargas Llosa es un gran aporte para los literatos y periodistas que han sido galardonados por sus destacados trabajos. Estos son datos que no pueden pasar por alto y allí radica, también, la importancia de leer sobre Vargas Llosa.

Además es un notable crítico literario con obras de vital importancia como La verdad de las mentiras, La orgía perpetua, El viaje a la ficción, García Márquez: historia de un deicidio, periodísticas entre las que se pueden nombrar Medio siglo con Borges y Dos soledades: Un diálogo sobre la novela en América Latina y como analista político se encuentra Desafíos a la libertad. Además de su trabajo narrativo como La tía julia y el escribidor, Travesuras de una niña mala, Cinco esquinas, Casa verde, La tía Julia y el escribidor entre otras más. 

Mario Vargas Llosa tiene una brillante frase que debería ser citada por varias generaciones posteriores a él, por cada político, Ministro de Cultura y presidente de una nación la cual dice:  «Hay que leer buenos libros, e incitar y enseñar a leer a los que vienen detrás, como un quehacer imprescindible, porque él impregna y enriquece a todos los demás.»

Quito, 27 de septiembre de 2021. El presidente del Ecuador, Sr. Guillermo Lasso Mendoza, condecoró al escritor peruano Mario Vargas Llosa con la medalla al mérito en Orden de Gran Cruz. Foto: Eduardo Santillan-Presidencia Ecuador

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