Colombianos se conectan en feria para reactivar negocios

Una mujer observa hoy productos realizados por emprendedores durante la cuarta Feria Interactuar en Medellín (Colombia). Más de 3.000 emprendedores colombianos se reunieron este viernes en Medellín para establecer conexiones, reactivar negocios e intercambiar experiencias durante una feria que abrió espacios para impulsar la recuperación económica de la microempresa. EFE/Luis Eduardo Noriega

Medellín (Colombia).- Más de 3.000 emprendedores colombianos se reunieron este viernes en Medellín para establecer conexiones, reactivar negocios e intercambiar experiencias durante una feria que abrió espacios para impulsar la recuperación económica de la microempresa.

Después de convertirse en una «fábrica de oportunidades» con una edición virtual en 2020, la Feria Interactuar regresó este año a la presencialidad en el centro de eventos Plaza Mayor bajo el lema «¡Vamos pa’ arriba!» y un contenido enfocado en superar los retos que dejó la pandemia.

«Nos volvimos a juntar para salir adelante. Esta feria significa esperanza, optimismo y reactivación. Es pasar la página y reconocer que la microempresa es el motor de la economía de este país», dijo a Efe el director ejecutivo de Interactuar, Fabio Andrés Montoya.

Indicó que este encuentro de relacionamiento, capacitación e inspiración invitó a Colombia » jugársela toda, a creer en los emprendedores y a resurgir» tras la crisis provocada por el coronavirus.

Interactuar, corporación de desarrollo social que acompaña a 49.000 emprendedores y apoya la creación de microempresas en 220 municipios del país, concentra su «esencia» en esta feria.

UN VIAJE POR COLOMBIA

 Un hombre muestra cacao de la marca Chocolate Viejo León hoy durante la cuarta Feria Interactuar en Medellín (Colombia). Más de 3.000 emprendedores colombianos se reunieron este viernes en Medellín para establecer conexiones, reactivar negocios e intercambiar experiencias durante una feria que abrió espacios para impulsar la recuperación económica de la microempresa. EFE/Luis Eduardo Noriega

Entre sabores y creaciones se gestó una especie de viaje por Colombia. Por un lado, algunas artesanías condujeron hasta el resguardo indígena Caimán Nuevo, en Necoclí, con el arte textil tradicional de la mola, propio de la comunidad Tule.

Los alimentos transportaron a la playa con arepas de huevo y carimañolas del emprendimiento Quinta Caribe. Y al Pacífico lo evocó Patacón Bay con platos con ingredientes de Nuquí y Bahía Solano, entre otros.

Los productos del sector agropecuario, marroquinería y confecciones también tuvieron su lugar. Hubo miel del Bajo Cauca y de las montañas de Antioquia vinieron protagonistas con café y cacao, con productos novedosos como los creados por Viejo León, un emprendimiento de la vereda San Isidro de Támesis.

Allí, en una finca con 4.000 árboles de cacao y una larga tradición, Carmen Ramírez y Hernán Escobar, empezaron a fabricar chocolate artesanal, chocojalea y nibs de cacao, con el propósito de encontrar nuevos canales de negocio.

«Nuestro oficio es muy manual y con cacaos bien manejados. Hemos ido creciendo y nos han ido conociendo», dijo a Efe Escobar, quien logró vincular a productores de su vereda.

Entre las innovaciones que ha desarrollado está un tour que ofrece «ser cacaotero por un día», en el que los turistas recorren la plantación, conocen los tipos de sembrado, degustan los alimentos y visitan la planta de producción.

«Hemos tenido ya experiencias con extranjeros», contó el emprendedor, quien junto a su esposa y sus dos hijos, uno agrónomo y otro zootecnista, ha logrado construir este proyecto de transformación de cacao y ecoturismo.

CAPACITACIÓN, VITRINA Y CRÉDITO

El Centro de Estudios de la Empresa Micro (CEM) se encargó de abrir la programación académica de la cuarta edición de la feria con el conversatorio «Formalizarse, ¿obligación o convicción?», que dejó reflexiones y derrumbó mitos.

La directora de transformación empresarial de Interactuar, Andrea Zuluaga, indicó en su exposición que por «temor» y «desconocimiento» los micronegocios no entran en la economía formal, pese a que abre puertas y conecta con el mercado.

Con ello coincidió Sandra Torres, creadora de la marca de ropa infantil «Tuttys Baby», a quien la informalidad en el pasado le hizo perder oportunidades y la privó de consolidar a su equipo de trabajo.

«Vivía apagando incendios», contó la ahora gerente de una empresa legalmente constituida y conectada con grandes distribuidores.

Otras charlas empresariales abordaron temas como alfabetización digital, liderazgo femenino, poder de las conexiones, oportunidades en el campo e inteligencia financiera y emprendimiento.

Esta feria, avivada por intervenciones artísticas de empresas culturales, contó con rueda de negocios, espacios de financiación y una vitrina para productos y servicios con la exposición de más de 200 empresarios. EFE

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