El privado Oleoducto de Crudos Pesados de Ecuador (OCP) reanudó este viernes sus operaciones tras concluir una variante en el recorrido de la tubería en el sector de El Reventador, en la provincia amazónica de Napo, donde se presentó un fenómeno de erosión regresiva en el cauce de un río cercano.
Con este anuncio de la firma privada, las actividades de extracción y almacenamiento de crudo han empezado a normalizarse, según explicó el Ministerio de Energía en un comunicado.
Según el Ministerio, la recepción de crudo en la «Estación Amazonas», en la ciudad de Lago Agrio, en la vecina provincia amazónica de Sucumbíos, iniciará en las próximas 24 horas al reinicio del bombeo por el OCP.
Asimismo, los campos de extracción «podrán reiniciar sus actividades y la producción podrá irse recuperando paulatinamente», añadió el Ministerio en un comunicado.
Además, el Ministerio dijo que Ecuador espera realizar la exportación de un cargamento de crudo pesado el próximo 3 de enero a través de la terminal marítima de OCP en la provincia costera de Esmeraldas.
La variante en el sector de El Reventador era una acción que la firma OCP-Ecuador tenía previsto concluir en la primera semana de enero, pero alcanzó a terminar antes de ese plazo.
«A pesar de las condiciones climáticas que sorteó nuestro equipo logramos finalizar esta obra estratégica antes de lo previsto. Estamos comprometidos con el Ecuador y su gente», dijo Roberto Grijalva, el gerente de Operaciones de OCP-Ecuador.
Conforme a los plazos establecidos, la empresa pública Petroecuador inició sus operaciones de transporte de crudo por el estatal Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), que corre paralela al OCP y que une los campos de producción en la Amazonía con los puertos de embarque en la zona costera del océano Pacífico.
El ministro de Energía, Juan Carlos Bermeo, destacó el compromiso de todos los trabajadores involucrados en esta obra que permitió normalizar las actividades de transporte de petróleo.
«Hemos superado con éxito dificultades técnicas y climáticas gracias al esfuerzo de cientos de trabajadores, que durante jornadas extendidas, han logrado completar las obras de construcción de las variantes tanto del SOTE como la del OCP, frente al fenómeno natural de erosión en el río Piedra Fina en la provincia de Napo», precisó Bermeo.
La erosión en la zona de El Reventador corresponde a un proceso de deterioro regresivo en cauces de afluentes del río Coca, en la provincia de Napo, por donde cruza el SOTE, el OCP y un poliducto estatal para el transporte de derivados.
Este proceso natural empezó a registrarse el año pasado y desde entonces Petroecuador ha construido algunas variantes para reconducir la tubería, amenazada por la erosión.
El pasado 10 de diciembre, un corrimiento de tierras en el río Piedra Fina obligó a suspender las operaciones en los tres sistemas de transporte de hidrocarburos que se encontraban a unos 300 metros de distancia del percance.
La reanudación de las operaciones del SOTE también permitirá que se retomen, de manera paulatina, las actividades en las refinerías «Esmeraldas» y «La Libertad», ambas en la zona costera, afectadas por el corte en el suministro.
Petroecuador estima que el reinicio de actividades en los campos de producción tarde entre 7 y 10 días, cuando se evaluará la situación para verificar si es necesario realizar «trabajos adicionales para reacondicionar los mismos».
Con una producción diaria de unos 530.000 barriles de crudo, en condiciones normales, Ecuador tiene en la exportación petrolera a una de sus principales fuentes de ingreso de divisas y de financiación de su presupuesto estatal. EFE (I)