Guayaquil, Ecuador
Se cumplen 27 años de la victoria del pueblo ecuatoriano a través de sus Fuerzas Armadas en el Alto Cenepa, guerra en la que se cubrió de gloria nuestra Patria.
La llamada revolución ciudadana encabezada por Rafael Correa y sus corifeos jamás reconocieron el sacrificio de nuestros soldados en la victoriosa Guerra del Cenepa. Uno de ellos fue el poeta Javier Ponce, que por desgracia fue ministro de Defensa. Transcribo un artículo de mi autoría en el que señalo lo que pensaba Ponce de la Guerra del Cenepa, publicado con el título “Héroes del Cenepa” por el diario El Comercio el jueves 28 de enero de 2010:
“Recuerdo lo que piensa el poeta Javier Ponce, actual ministro de Defensa, de la Gloriosa Gesta del Cenepa, epopeya histórica del pueblo ecuatoriano.
‘El salto de conciencia ocurría, mientras los señores de la guerra preparaban pacientemente el arsenal militar, para lavar en el Alto Cenepa el agravio de Paquisha. Muchos desempolvaron viejas banderas nacionalistas…’
El poeta piensa que deliberadamente nos preparamos para atacar al Perú, solo falta decir que fuimos los agresores. Recordemos que Abdalá Bucaram fue enjuiciado por decir que los militares solo servían para desfilar.
‘Después de Paquisha pasamos un largo rato de incertidumbre y desamparo. Vino más tarde la hipócrita teoría de la herida abierta. Nos confiamos después a las habilidades de la diplomacia. En medio de dubitaciones y retórica, desembocamos en la Guerra del Cenepa. A diferencia de 1981, esta vez nos convencieron de que, al fin, habíamos ganado la guerra’.
¿Qué les parece, el poeta no estaba convencido del triunfo militar del pueblo ecuatoriano?
‘Los corresponsales de los canales de televisión se vistieron con ropa de camuflaje (¡Qué ironía, ahora la usa él!) y organizaron simulaciones para dramatizar sus reportajes’. -Como que se inventaban la guerra para informar-.
‘El país no tenía ese momento otra fuente de información que no fuera los despachos militares, sobre un enfrentamiento que se libraba en un lugar remoto, casi imaginario, donde era necesario usar aparatos sofisticados para determinar los escasos metros de territorio que se estaba defendiendo o que se conquistaba…’
(Del libro del poeta ‘Y la madrugada los sorprendió en el poder’ p. 90).
El poeta incrédulo de la fuente militar de información defendía la libertad de prensa que siempre la hubo, jamás se la censuró (y se rompió el mito que en la guerra la primera víctima era la verdad).
Además, cree que la que la soberanía y la defensa de la Patria se la mide en metros más, en metros menos.
Qué ironía, ahora ha defendido la soberanía de nuestra Patria por el ataque de Colombia al campamento de los FARC en Angostura.
En el mismo libro, con total desprecio e irrespeto, el poeta se refiere a los Héroes del Cenepa que lucharon en defensa de la patria agredida; unos ofrendaron sus vidas, otros quedaron mutilados para siempre: ‘detrás de los coroneles de enero estaba esa desventurada fracción militar que se autodenominaba Héroes del Cenepa, y que es el sector más reacio a renunciar a un nacionalismo que está, paradójicamente, en contradicción con el pensamiento indígena’ (p. 88).
Este recordatorio espero no sea considerado conspirativo”.
Esta es una de las muestras más palpables del inveterado odio y desprecio contra las gloriosas Fuerzas Armadas que tienen Correa y sus incondicionales.
