Hámmerle, nuevo campeon olímpico de boardercross

El austriaco Alessandro Hämmerle, ganador de las pasadas tres ediciones de la Copa del Mundo, se proclamó campeón olímpico de boardercross de snowboard de los Juegos de Pekín 2022, al anotarse la prueba que se disputó este jueves en Zhangjiakou, en la que el español Lucas Eguibar, actual campeón mundial de la disciplina, concluyó séptimo, capturando su segundo diploma en su tercera participación olímpica.

Hämmerle, nacido hace 28 años en Frauenfeld (Suiza), pero criado en Dornbirn (Vorarlberg), al que Eguibar había relegado al segundo puesto el año pasado en el Mundial de Idre Fjäll (Suecia), logró este jueves el triunfo más importante de su brillante carrera deportiva, en la que cuenta trece victorias -y otros tantos podios- en la competición de la regularidad, al suceder en el historial de esta disciplina olímpica al francés Pierre Vaultier, ya retirado y que en PyeongChang (Corea del Sur) había revalidado el título logrado cuatro años antes en Sochi (Rusia).

El austriaco ganó la final -que se decidió por los pelos y mediante la ‘foto finish’- por delante del precoz canadiense Eliot Grondin, de 20, que el año pasado se proclamó campeón mundial júnior en Krasnoyarsk (Rusia) y este jueves logró plata en una prueba en la que el italiano Omar Visintin, el más veterano de los tres (32), también subió el podio.

Eguibar, natural de San Sebastián y que el miércoles cumplió 28 años no recibió esta vez el que hubiese sido, sin duda, su más ansiado y probablemente merecido regalo de cumpleaños; sólo unas horas después de que la catalana Queralt Castellet se convirtiese en la quinta medallista olímpica invernal española de toda la historia, al ganar la plata en otra disciplina del ‘snow’, el ‘halfpipe’, en la que revalidó título la intratable estadounidense Chloe Kim

‘Luki’, ganador en 2015 de la Copa del Mundo -competición en la que cuenta cuatro victorias y otros diez podios- y asimismo doble medallista de plata en los Mundiales de Sierra Nevada 2017, llegó sin su entrenador, el austriaco Mario Fuchs -positivo en covid-19-, y con importantes molestias en la espalda, a China. Donde se encontró con un circuito que, sobre el papel, gracias a sus dos curvas más pronunciadas, favorecía a los ‘regular’, los ‘riders’ que compiten con la pierna izquierda adelantada; a diferencia de los que, como él, lo hacen con la derecha por delante (‘goofy’).

Foto: Alessandro Hämmerle

A pesar de todo, el astro vasco había indicado horas antes de su prueba en una entrevista con Efe que «no» firmaba «el bronce»; y que saldría a por todas en Zhangjiakou. La jornada no resultó como hubiese deseado, pero en un día no brillante, Eguibar salió del Snowpark chino con el que fue su segundo diploma olímpico, después del que consiguió hace ocho años en los Juegos de Sochi (Rusia), donde también acabó séptimo.

‘Luki, abanderado español hace cuatro años en PyeongChang, donde el hoy medallista de bronce Visintin se cruzó (literalmente) en su camino en la primera ronda, había sido segundo en la ronda de octavos, por detrás del alemán Martin Nörl, líder de la Copa del Mundo, en la que cuenta tres victorias esta temporada. Y repitió ese puesto en la de cuartos -no sin cierta suerte, pero tirando de veteranía- en la que supo aprovecharse del choque entre Nörl y el estadounidense Mick Dierdorff, para avanzar dos puestos desde el cuarto y acabar por detrás del flamante campeón olímpico de Vorarlberg.

Con su inseparable Mati Szul -el fisioterapeuta aragonés de origen polaco con el que durante el año pasa más tiempo que con sus familiares directos- y su nuevo skiman, el esloveno Marko Mihic, como principales apoyos, el campeón guipuzcoano hizo todo lo que pudo por lograr la gloria olímpica en la segunda temporada marcada por las añadidos contratiempos provocados por la pandemia. Pero en la semifinal se cruzó con el nuevo campeón y el medallista de plata; y quedó cuarto, por detrás del francés Merlin Surget; que acabaría ganando la final pequeña para concluir la prueba en quinta posición.

El bravo donostiarra se vio abocado a disputar la final pequeña, que afrontó sin presión ni excesivas pretensiones, como demostró al acceder a portar la cámara subjetiva desde la que se apreció perfectamente su colisión con el italiano Tommaso Leoni; octavo al final y que impidió que el español acabase en una mejor posición.

La pelea de Eguibar no se encuentra en la franja del quinto al octavo. Su trayectoria es bastante más sobresaliente; y ‘Luki’ tiene las miras más elevadas: si las lesiones le respetan, volverá a aspirar al oro dentro de cuatro años, en los Juegos Olímpicos de Milán-Cortina d’Ampezzo (Italia). EFE

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